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¿Qué es el 'mummy brain'? Una experta nos cuenta qué hay de cierto en la relación entre maternidad y capacidad cognitiva

Susana Carmona
Cortesía

La psicóloga y doctora en neurociencias Susana Carmona presenta 'Neuromaternal', un libro que ahonda en el cerebro maternal y en los cambios drásticos que ocurren en este durante el embarazo. La autora habla también de algo que jamás había sido investigado hasta la fecha: el estudio del cerebro maternal es clave para revertir el sesgo de género en la medicina. Aquí un dato que te pondrá los pelos de punta y quizás, te enfade: las investigaciones pioneras en neurociencia que analizaron las modificaciones cerebrales que genera la maternidad datan de 2017, por lo que hasta entonces, no era una temática sobre la que se hubiera puesto el foco.

Gracias a los estudios puestos en marcha sobre el tema, emerge una nueva perspectiva para abordar la salud de la mujer. Por ello, hablamos con Susana Carmona acerca de la necesidad de dedicar recursos para estudiar el cerebro de la mujer, sobre el sesgo de género en la medicina y acerca de la importancia de que haya científicas en puestos de poder y liderazgo.

Se habla mucho del sesgo de género en medicina, pero imagino que en neurociencia es aún más acusado…

Efectivamente, es aún más marcado. En un análisis que se hizo hace poco, y que fue reflejado en una publicación en 'Nature', se vio que de los 50.000 estudios de neuroimagen que hay publicados en los últimos 25 años, sólo el 0,5% está dedicado a estudiar procesos endocrinos que afectan exclusivamente a las mujeres. En este 0,5% se engloban el embarazo, el part, el postparto, la menopausia, la menstruación, los tratamientos anticonceptivos, los tratamientos de reemplazo hormonal durante la menopausia… 

Esto parte de la premisa de que entendemos el cerebro como algo aislado del resto del cuerpo, pero se comunica con el resto por los nervios y porque las hormonas también llegan al cerebro y son capaces de unirse a células cerebrales implicadas en la cognición. Modifican también la forma en la que estas regiones se activan.

¿Por qué hay un gran debate acerca del término 'mommy brain'? 

Ese concepto es difícil, porque hay ciertos momentos, especialmente durante la gestación y el comienzo del postparto, en los que las mujeres puntúan algo mejor en tareas de memoria que no tienen que ver con la crianza. Sin embargo, nos hemos acogido al 'mommy brain' para justificar todo el fenómeno, que tiene aspectos biológicos, psicológicos y sociales. Dentro de los biológicos, gestar un bebé es metabólicamente muy demandante. Hay un equilibrio entre recursos que entran y recursos que salen. 

Dentro de los aspectos psicológicos, tenemos que entender que los recursos son limitados y que el bebé tendrá la capacidad de secuestrarlos; eso quiere decir que de nuestra atención, la mitad se la llevará el bebe. Es decir, tenemos que hacer lo mismo que antes, pero con menos recursos. El sesgo de confirmación indica que se repite tanto el concepto de 'mommy brain', que automáticamente, cuando nos pasa, lo achacamos a eso, aunque no sólo las personas embarazadas se dejan las llaves.

Nos estamos olvidando de todos los beneficios cognitivos que aporta la maternidad

Cuando tenemos despistes durante el embarazo, se achacan automáticamente al 'mommy brain'. Con esta idea, nos estamos olvidando de todos los beneficios cognitivos que aporta la maternidad, pues es un momento muy elástico que está diseñado también para permitirnos aprender cosas de forma rápida. De hecho, son cosas muy importantes para el ser humano, bastante más que una lista de palabras en un cuestionario. Tenemos que aprender cómo criar un bebé y cómo regular nuestras emociones, sin perder de vista la carga mental, pues queremos seguir con nuestra línea de trabajo, de mujer y de pareja, junto a todo lo que implica maternar.

Siempre se ahonda en los aspectos negativos de la menopausia, incluso se habla de "síntomas", como si fuera una enfermedad...

Tiene aspectos positivos, pero quiero ser cauta, porque también hay muchos negativos. El problema es que hemos estado tanto tiempo excluyendo a las mujeres de la biomedicina, que no tenemos claro del todo por qué están causados estos aspectos negativos, ni qué podemos hacer para ayudar a las mujeres que los tienen. 

La menopausia hace a algunas pasarlo muy mal, sobre todo en la perimenopausia, que dura 10 años. Sin intentar demonizar los procesos, lo que tenemos que hacer con esto es subrayar la falta de estudios en cuanto al ciclo menstrual, al embarazo, la menopausia...

No puede ser que haya mujeres que tengan una sensibilidad enorme a los tratamientos hormonales y que no sepamos decir a quiénes le irán bien y a quiénes no. Hay a quienes les sientan genial los anticonceptivos, pero hay gente que al tomarlos, termina con depresión. Necesitamos dedicar muchos recursos para estudiar el cerebro de la mujer.

Neuromaternal
Cortesía

Hay ahora más mujeres científicas en puestos de poder. Supongo que esto ayuda a que se invesigue más sobre el cuerpo y el cerebro femenino.

Vamos poco a poco. Cada vez hay más mujeres en puestos de liderazgo de equipo, y eso te permite ver fenómenos que los hombres no veían. Estar en puestos en los que se puede decidir qué fenómenos son interesantes de estudio nos permite ver otras cosas que no se habían visto hasta ahora. La primera publicación la sacamos en 2017, y hace sólo unas semanas, se hizo el primer escáner cerebral para ver dónde están los receptores de estrógenos y cómo cambian durante la menopausia… Nos queda mucho.

Ahora que todo se politiza, ¿incluso el instinto maternal está mal visto?

Cada vez que me preguntan acerca del instinto maternal, intento que el interlocutor defina qué es para ella o él el instinto, porque a veces tenemos concepciones diferentes. Yo lo defino y a partir de ahí, hacemos  matices. El ser humano no es sólo biológico, tiene también todas esas capas sociales potentes que pueden inhibir o facilitar ciertos impulsos o necesidades biológicas. 

Es importante decir que el instinto maternal, desde el punto de vista neurobiológico, no es el deseo de ser madre ni quiere decir que toda mujer tiene que serlo. Tampoco quiere decir que cuando tienes un bebé, tienes un kit que te dice "esto es ser madre" y tú entonces lo cuidas, porque tienes instinto. No es nada de eso, sino una motivación en el momento en el que eres mamá o interactúas con críos, porque pasa también con mujeres no gestantes, por salvaguardar el bienestar físico o psíquico de la cría y por dar prioridad a sus necesidades.

Poner nombres a las cosas ayuda. Este libro puede ayudar a muchísimas mujeres a comprender lo que les ocurre.

Ayuda mucho pensar: "no me pasa sólo a mí". También saber que es un fenómeno universal, que es algo que pasa a muchas madres y que no estás loca. Te permite verlo desde fuera un poco. ¿Puedes intentar regular? A veces me saldrá y otras no, pero ya estás en el control o al menos, estás en la observación de lo que está sucediendo, y esto da mucha paz también.

El cerebro también cambia con la menopausia. ¿El de los hombres cambia tanto a lo largo de sus vidas?

Nosotros, en el primer estudio que hicimos, vimos unos cambios muy pronunciados en el cerebro de las madres. Fuimos a por un umbral estadístico súper restrictivo, porque lo que estábamos viendo era alucinante. Empleando esto, sólo se veían cambios en las madres. Luego, haciendo análisis un poco más fino, vimos que en los cerebros de los padres también se producen cambios, pero son menores y parecen estar asociados con la interacción con el bebé y con ciertos factores hormonales. También, seguramente, aunque no lo hemos demostrado todavía, se producen más tarde.

El cerebro de los padres cambia, pero mucho menos que el de las madres

La conducta parental, en el reino animal, se sabe que está motivada por las hormonas gestacionales y por la integración con el bebé. El cerebro de los padres cambia, pero mucho menos que el de las madres, y parece estar modulado por hormonas y por la interacción con el bebe.

¿Cuál dirías que es el descubrimiento que más te ha sorprendido al hacer esta investigación?

Que tenemos cambios brutales. He trabajado con patologías alucinantes y graves, y nunca había visto cambios tan marcados. Sólo con ver una imagen de cambio cerebral, puedes clasificar quién ha sido madre y quién no. Esto no lo había visto nunca en neuroimagen, que es una técnica muy ruidosa y en la que necesitas muchos sujetos para hacer un promedio. Es decir: la profundidad de los cambios es lo que más me ha marcado.

¿Cómo influye el trabajo de parto en la neutoplasticudad materna?

Tenemos poca información. Hay datos de la última publicación, pero hay pocos sujetos, así que aquí soy precavida. El cerebro de las mujeres que tienen una cesárea programada cambia de forma diferente a quienes tienen un parto vaginal o una cesárea de emergencia. Sin embargo, a nivel celular, no lo sabemos.

¿Crees que la sociedad ha puesto el foco en el impacto negativo del embarazo y la maternidad en la capacidad cognitiva de las madres?

Es peor: ni ha puesto el foco, ni lo ha estudiado, sino que ha asumido. Ha ignorado, ha generalizado algo pequeño y no ha ayudado a tratarlo. 

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