Cómo evitar que las joyas se estropeen en la playa: los cuatro tipos de accesorios que puedes llevar
Las playas de España son uno de los destinos favoritos cuando se acercan las vacaciones de verano. Y aunque el agua del mar tiene múltiples beneficios, las joyas no opinan lo mismo. La arena, el agua y el protector solar pueden ser los enemigos número uno de nuestras joyas favoritas cuando estamos en la playa, que terminan perdiendo su color, opacándose y, en los peores casos, perdiéndose en el mar.
Seguro que alguna vez has ido monísima de la muerte a la playa con tus pendientes favoritos, recién comprados, y has terminado volviendo a casa con uno solo. Oye, lo de llevar un solo pendiente ha sido tendencia mucho tiempo, pero por decisión propia, no porque el mar haya decidido quedarse con nuestro dinero, ¿verdad? Por este motivo, vamos a ver qué joyas podemos llevar a la playa y de qué material.
1. Pendientes con cierre especial
Unos buenos pendientes aportan luz a la cara, consiguen dar el toque maestro a cualquier 'look' e incluso aportar la linealidad de color cuando sientes que al 'outfit' le falta algo. Sabemos que unos maxipendientes son lo más, pero, señoras, si el pendiente nos pesa en la oreja es una señal inequívoca de que debemos dejarlos en casa y reservarlos para una comida, no para ir a la playa. ¿Por qué? Porque es bastante probable que en un giro se terminen cayendo. Por eso, es mejor apostar por pendientes pequeños. Sin embargo, si eres amante de los aros, opta por unos que lleven cierre de seguridad. De estos que incluso te cuesta quitarte cuando vuelves a casa, tras un largo día de oficina. Esos son los que necesitas.
Estos aros pueden ser una buena opción. Son criollas grandes de TOUS Basics con baño de oro 18 kt sobre plata. Las piezas están fabricadas con plata de primera ley con baño de oro de 18 a 23 kt y 3 micras de espesor. Esta calidad garantiza una mayor durabilidad de la joya. (Precio: 129 euros / Ref: 911183550).
2. Un collar para todo
Sabemos que un buen collar eleva cualquier 'look'. Por ese motivo, es importante optar por modelos diferentes para cada estilismo; sin embargo, ese collar de cadena con colgante que llevas en tu día a día y nunca te quitas por pereza, debe ser de un material especial. Si no te lo quitas para ducharte, tampoco lo vas a hacer para ir a la playa, así que cuando vayas a tu joyería favorita, acércate directamente a la sección de acero inoxidable. Por ejemplo, Parfois, tiene su propia sección de joyería dorada y plateada con base de acero para que no el color siga intacto.
No es la bisutería normal (esa sí se estropea), debe ser la sección que marca acero y está hecha a prueba de perfumes, sudor, agua y productos en crema. Este modelo de acero dorado con detalle en piedra de Parfois es una buena opción. (Precio: 19,99 euros / Ref: 221467).
3. Pulseras sin brillantes
Mejor evitamos las pulseras sueltas o de estilo brazalete, porque son cómodas de quitar y es mejor dejarlas en casa. Sin embargo, las de cadena y eslabones sí son una buena opción, siempre que sean de acero. Es mejor que no lleven incrustaciones de brillantes, ya que se pueden despegar al frotarlas y caerse. Mejor siempre que sean lisas. Obviamente, la colección de acero de Parfois es más cara que la bisutería, pero las joyas duran mucho más tiempo intactas y te aseguras de que no aparezcan esas famosas y molestas manchas verdes en la piel. Merece la pena. (Precio: 17,99 euros / Ref: 222122).
4. Anillos finos y sin grandes adornos
Los maxianillos con adornos los vamos a dejar en casa. ¿Por qué? Porque se pueden enganchar más fácilmente y caerse. Además, la arena se puede colar por los recovecos y luego es más complicado de limpiar. Lo mejor es apostar por anillos lisos y que estén bien sujetos. Los de estilo espiral o incluso los ajustables, son una buena opción. Este modelo de Tous es uno de ellos. (Precio: 119 euros / Ref: c311295520).
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