Moda

Letizia apoya a Ucrania y otros detalles estilísticos que bien merecen un análisis

Anitta RuizConsultora de moda
#LAROPAHABLA

No os voy a mentir, que está muy feo. He empezado y borrado esta columna medio centenar de veces. Creo que, como todos, tengo un nudo agarrado en el estómago que no me deja pensar con mucha claridad. Y como evidentemente no voy a escribir sobre cómo vestir para cuando el loco de Putin apriete el botón rojo (qué sensación de inutilidad nos invade estos días a los que disfrutamos de una cómoda vida en casa), vamos a explicar cómo avanza este loco conflicto a través de la identidad visual.

Letizia en la 10ª edición de Ayudas a Proyectos Sociales de la Fundacion Mutua Madrileña con blusa " vyshyvanka " tipica de Ucrania.
Chema Clares

Cuando pensábamos que todo esto podría quedarse en un susto, el Presidente de Ucrania, ya nos avisaba del inminente peligro. No hacía falta hablar su idioma para entender nada más verlo, con su semblante serio y corbata oscura, la gravedad del asunto. En cuanto Putin lanzó la ofensiva sobre su país, él cambió el traje por una camiseta verde oliva. La barba sin afeitar y las crecientes ojeras que van acumulando noches sin dormir y compatriotas muertos y heridos. Un drama que todos estamos viviendo por primera vez en la historia a través de las redes sociales. 

Junto a los vídeos de cientos de ciudadanos que hace nada tenían una vida como la tuya y la mía, está el trabajo de los ejemplares fotoperiodistas que cada día nos acercan el drama a pocos miles de kilómetros de casa. Hay una de estas fotos que lleva varios días rebotando en mi conciencia. Se trata de una señora que se cubre el cuerpo con un abrigo de visión y la cara con su mano con la manicura recién hecha. A su alrededor, todo destrucción y horror. Podría ser yo. Precisamente esta cercanía estética hace que nos sintamos todavía más cerca de ese pueblo que sufre y que ha visto su mundo puesto patas arriba en tan solo unos segundos.

El ejemplo de la reina Letizia

Mientras tanto a un lado y otro del mundo las protestas se suceden y es aquí donde una vez más aseveramos que #LaRopaHabla, grita, estalla en mil mensajes. En Rusia, son millones de ciudadanos los que están vistiendo estos días de azul y amarillo, los colores de la bandera de Ucrania. Una protesta silenciosa pero poderosísima. Políticos y parlamentarios han añadido lazos de estos colores a sus solapas. Gestos que no evitan muertes pero que hacen que olas de solidaridad recorran el globo para, por lo menos, intentar calentar los corazones de los que sufren. Una vez más Doña Letizia ha demostrado la importancia que tiene todo lo que se pone. En el acto de ayer jueves se quitó el abrigo, a pesar del frío en la capital, para lucir una blusa tradicional ucraniana. Un poderoso gesto de apoyo para con un pueblo, sin ni siquiera tener que abrir la boca.

Si Dior levantara la cabeza...

Y mientras en una parte de Europa los refugiados llevan varios días sin poder cambiarse, en la otra se celebra la Semana de la Moda de París. El mundo sigue girando, que dirían algunos. De todas las imágenes que nos ha dejado este gran circo de la moda me quedo con dos que me han hecho sentirme irremediablemente ‘vieja’. Por un lado con una Rihanna que ha paseado su hermoso y embarazadísimo cuerpo con un camisón transparente y una mini braguita. La miro y no solo paso frío, sino que no entiendo nada. Resulta que es empoderador, o algo así, ponerse lo que a una le de la real gana y desde luego no seré yo quien diga lo que nadie puede o debe vestir, avisé que aquí no veníamos a dar lecciones. Pero no puedo evitar pensar qué diría Monsieur Dior al ver semejante estilismo llevando su nombre

Rihanna durante la Paris Fashion week con un look de Dior
GTRES

Victoria Federica y su 'relaxing look'

Por otro lado, Victoria Federica, nuestra royal encumbrada a estrella del Instagram, ha posado con unos pantalones cargo, una camiseta que dejaba ver el ombligo y un cinturón de nudos. Lo peor es que cuando veo el modelito ya no pienso en ‘esto se lo he visto a mi madre’, que va ¡eso ya lo he llevado yo! 

La moda como reloj que marca inexorablemente el paso del tiempo. Yo ahora mismo sólo pido que el reloj pueda seguir corriendo y que dentro de poco la señora del abrigo de visón pueda volver a hacerse la manicura, relajada, viendo como todo lo que ha pasado quedó en una pesadilla que preferiría no haber tenido.

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