La 'crisis del pepino' pasa factura a toda la huerta española

La crisis del pepino no solo está afectando a la producción y venta de esta hortaliza, sino que su negativa influencia se ha extendido al resto de productos agrícolas españoles, que no pueden venderse en el mercado exterior, según han confirmado a 20minutos.es fuentes del sector.

Desde la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), Andrés Góngora, responsable de frutas y hortalizas, cifra en diez millones el número de kilos de estos productos, como tomates o lechuga (pese a que esta no sea ya un producto de temporada) que hasta la fecha no han logrado comercializar.

Por su parte, la secretaria general de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA), Adoración Blanque, asegura que muchos agricultores se están viendo obligados a arrancar parte de sus plantaciones (tomates o pimientos entre otras), puesto que no solo no encuentran salida a sus cosechas, sino que además tienen que hacer frente al gasto del mantenimiento de sus plantas.

"Los agricultores no venden y encima tienen los costes de las plantaciones, por lo que hay muchos que están optando por levantar sus plantas ante la incertidumbre que hay en estos momentos para reducir sus pérdidas", asegura Blanque.

Los principales organismos de agricultura españoles coinciden en que los próximos días serán clave para el desarrollo de la producción agrícola puesto que habrá que ver qué medidas se llevan a cabo desde la UE y también será fundamental la postura de Rusia, que desde el pasado jueves ha prohibido la importación de verduras frescas procedentes de la Unión Europea.

La  ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM), Rosa Aguilar, anunció la semana pasada que las pérdidas semanales rondarían los 200 millones de euros, aunque la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas Hortalizas y Plantas Vivas (FEPEX) sube la cifra a 225 millones de euros, 175 millones debido a las exportaciones y 50 millones en el mercado nacional. 

No obstante, a partir de este lunes comenzarán a realizarse los primeros informes para cifrar las pérdidas reales provocadas por la crisis generada tras el brote infeccioso de la bacteria E. coli y se llevará a cabo a través de análisis individuales, agricultor por agricultor, para poder ofrecer a la Unión Europea (UE) datos exactos, no ya estimaciones, sobre los daños generados y de cara a las ayudas que las autoridades españolas solicitarán a la UE para el sector hortofrutícola.

Pese a que de momento no se pueden ofrecer datos oficiales sobre las pérdidas, este martes se producirá un Consejo extraordinario de los ministros de Agricultura de la Unión Europea para analizar la situación actual y en este consejo Rosa Aguilar transmitirá la petición española para que se tomen medidas y se ofrezcan ayudas al sector español.

Aunque la 'crisis del pepino' haya paralizado las exportaciones de la práctica totalidad de las frutas y hortalizas españolas, la sandía y el melón presentan la cara menos amarga de la situación.

En el inicio de la campaña de la fruta de verano, los agricultores tratan de que las ventas de estos dos productos se vean lo menos afectados posible. A su favor cuentan con el hecho de que al tener que ser abiertos y quitarles la cáscara dura obligatoriamente, dan más seguridad a los consumidores del exterior.

Sin embargo, la alerta levantada por las autoridades alemanas sobre el consumo de hortalizas y fruta fresca sigue pesando y en los primeros días las ventas de melón y sandía están teniendo problemas para lograr cubrir los costes de producción y están teniendo que apoyarse en la demanda del mercado nacional y británico.