Roca exculpa a su mujer y su hija de las acusaciones de blanqueo de capitales por 'el caso Malaya'

Juan Antonio Roca, presunto cerebro de la trama de corrupción Malaya en la ciudad de Marbella, ha exculpado a sus familiares directos del nuevo bloque del juicio sobre el blanqueo de capitales mediante obras de arte y la compra de billetes de lotería premiados.

Entre los acusados están, entre otros, su mujer, María Rosa Jimeno, la hija de ambos, María Roca, y el hermano de su esposa. Roca, principal imputado, ha asegurado que su hija y su mujer no conocían los tejemanejes que realizaba con sus cuentas en bancos.

En las conclusiones provisionales del fiscal, se apunta a que presuntamente se valió de su cuñado, el acusado Antonio Jimeno, que era director de una sucursal en Los Alcázares (Murcia) y de su mujer y su hija, ingresando el dinero en cuentas abiertas a nombre de éstas. En seis meses los Roca ganaron cinco veces la lotería.

El presunto corrupto ha explicado la técnica: "Normalmente se paga el importe del premio y se da una gratificación al que te lo ofrece, que normalmente no es el dueño". El dinero de la compra de estos premios salió de la caja B de una venta inmobiliaria de una propiedad de su mujer. Así, Roca se ahorraba el 45% que le hubiera correspondido por IRPF.

Ha reiterado que su esposa y su hija "han estado todo el tiempo ajenas, una porque era ama de casa y otra porque estudiaba en Madrid y lo que tenía que hacer era estudiar y aprobar". Ha exculpado también a su cuñado, asegurando que "conmigo sólo ha tenido trastornos y muchos problemas". Ha apuntado que nunca le ha comprado premios, aunque le ofreció uno.

Roca ha reconocido haber mantenido relaciones con los comerciantes de arte Leopold Alfred Fournets, Alberto Pedronzo y Pedro Peña y el vendedor Sabino Falconieri, pero ha negado las cuantías que manejan los investigadores y la Fiscalía Anticorrupción.

En este punto, ha asegurado que adquirió cuadros a Fournets, pero no por 7,8 millones que dice el fiscal ya que, según el principal acusado, “eran previsiones por cuadros en los que yo estaba interesado pero no se llegaron a comprar o se devolvieron".

Ha afirmado que se sobrevaloraron obras de arte de cara al seguro, de forma que el resultado "está por encima del valor de valoración y del valor de compra". Respecto a los otros marchantes, como son Pedronzo o Peña, el exasesor no ha admitido las cifras que sostiene el fiscal.

Sobre las relaciones con el comerciante relojes Falconieri, ha dicho que "era una buena inversión de compra, aunque fuera para regalar". Le pagaba en efectivo y que "nunca me facturaba". La acusación pública le achaca un millón y medio de euros. Roca dice que solo fue un millón por plumas, un anillo y relojes.