Rock in Rio: metaleros con camisa a lo Bisbal, indie rock y algo de música experimental

¿Puede un súbdito del metal -en este caso Corey Taylor, voz de Stone Sour y conocido por su banda paralela Slipknot- lucir la planta de un rubio vigilante de la playa, la camisa oscura y reventona a la altura de los pectorales y, además, semidesabrochada como  David Bisbal'? ¿Y permitir que mientras se celebra su actuación unos festivaleros locos crucen el escenario colgados de una tirolina -¡zas!- y distraigan al público, la cara descompuesta por el terror? ¿Es posible que todo esto conviva con un concierto de culto en el escenario Sunset, solo unos metros más allá, en el que un músico con debilidad por la experimentación ha unido a bandas folklóricas con electrónicas, y a jóvenes con viejas, y todas de diferentes nacionalidades para obtener un producto único y extraño coincidiendo con la caída del sol?

La segunda jornada del Rock in Rio 2011 atravesó numerosos estados de ánimo: a ratos, fue adrenalítica; en otros, fue poppie e incluso íntima con Snow Patrol, ahora transformados en estrellas del pop rock desde que uno de sus temas ambientó un episodio de la serie Anatomía de Grey. También se convirtió en una fiesta de guitarreos locales cuando tomaron sus escenarios algunas bandas muy populares de Brasil como Capital Inicial.  Y evocó a Italia de la mano de Mike Patton, una de las propuestas más interesantes de la tarde que apareció teñido de rock, el género que en mayor o menor medida protagonizó la velada. Por último, se antojó candente y redonda con los esperados cabezas de cartel, Red Hot Chili Peppers. Una apuesta segura.

La banda estadounidense, que cerró la programación del Escenario Mundo -el de mayor dimensiones- ha producido durante casi tres décadas numerosos singles, cuenta con miles de seguidores (sus entradas para su próximo concierto en España se agotaron en unos pocos días), acaba de lanzar su décimo álbum y es experto en redimir festivales adormecidos.

Para combatir la placidez de la tarde del sábado en Rio, la banda de funk rock alternó los temas de su nuevo disco, I'm with you, con grandes éxitos como Monarchy, Throw away, o Under the bridge. Fue una fiesta en la que se mezclaron el baile, la potencia,  mucha nostalgia y Anthony Kiedis, un frontman incombustible que una vez más demostró que lo de sus 48 años no es más que una simple anécdota.

Con ellos se despidió una jornada en la que la lluvia hizo acto de presencia al menos en dos ocasiones, pero que no impidió que se celebraran con normalidad todos los conciertos previstos para el í.