La agresión a un médico en Cartagena ha sido la única agresión física que se ha producido en un centro de salud de la Región de Murcia en 2011, frente los seis de 2006.
Así lo ha manifestado, en declaraciones a Europa Press, el director general de Recursos Humanos del Servicio Murciano de Salud, Luis Alfonso Martínez Atienza.
La agresión ocurrió el pasado miércoles en el barrio cartagenero de Santa Lucía, y según parece, el familiar de un paciente propinó a este médico varios puñetazos en el rostro fuera de las dependencias del centro.
De momento y según fuentes sanitarias, el facultativo no ha presentado denuncia ni solicitado asesoramiento jurídico del Servicio Murciano de Salud (SMS).
Tras la agresión, se activó el protocolo establecido en estos casos para atender a la víctima, explicó Atienza, quien ha detallado que existe un formulario de registro en la página web de IntraMed del SMS "para que cualquier profesional que se sienta víctima de una agresión, registre su incidencia, la califique y describa".
A partir del cual se activa un protocolo, operativo entre 2005-2006, para analizar las causas y se pone a disposición del afectado un dispositivo de apoyo que abarca tanto el aspecto psicológico como el jurídico.
En 2007, según las mismas fuentes, no hubo ningún caso de agresión física en los centro de salud, tampoco en 2009 y 2010 frente a uno en 2008, y el reciente de este 2011.
En general, señaló, el director general de Recursos Humanos del Servicio Murciano de Salud "ha bajado el número de agresiones, lo cual es positivo, y por otro lado, ha aumentado el número de denuncias", por lo que "el profesional se siente más respaldado".
Tragedia en 2009
A este punto, cabe recordar que en mayo de 2009, una médico residente fue tiroteada por un taxista jubilado de Barcelona en un centro de Salud de Moratalla, falleciendo horas más tarde.
El hombre, que aseguró que encontró el revólver en su taxi hacía 15 o 20 años, disparó cuatro veces contra la doctora que lo atendía y posteriormente contra un conductor de una ambulancia que se acercó al escuchar los disparos.
El antiguo taxista debía haber sido tratado en la tarde de antes al suceso en el centro de salud por un problema de asma, pero no se presentó.
El hombre se dirigió al centro sanitario de la localidad cercana de Caravaca de la Cruz, y poco después de la medianoche volvió al centro de salud de Moratalla, donde pidió que le pusieran oxígeno.
Una vez en el interior del centro, sacó un revólver -marca Astra del calibre 32- y disparó contra la doctora, residente de cuarto año que atendía la guardia de Urgencias en el Centro de Salud de la localidad.
Días después, la jueza del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Caravaca, en funciones de guardia, acordó prisión provisional para el hombre, que respondía a las iniciales de P.N.M, imputado por dos delitos de asesinato, uno en grado de tentativa, tenencia ilícita de armas y amenazas.
Tras este suceso, se sucedieron las manifestaciones en memoria de la médico y en repulsa de lo ocurrido y la exigencia de una mayor seguridad en los centros de salud.
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