Bollaín se rodea de mataharis
acto de fe». Con estas dos frases Icíar Bollaín resume a 20 minutos el eje de Mataharis, su última película.
Recién terminada de rodar, la cinta –cuyo estreno está previsto para 2007– vuelve a serpentear por los recovecos de las relaciones sociales, de pareja o, incluso, por «el conflicto resultante de la suma de vida y trabajo», comenta Bollaín.
Mujeres detectives
Con un elenco que abarca tres generaciones de actrices –Nuria González (Los Serrano), Nawja Nimri (El método) y María Vázquez (La noche del hermano)– Icíar Bollaín descubre las grietas que pueden encontrarse en terrenos tan movedizos como puedan ser los de «creer o no creer en alguien», indica la directora.
Secretos ajenos, mentiras propias que no se saben ver o verdades que es mejor no revelar. «Eso es Mataharis», señala Bollaín. Sostenidas por los actores Tristán Ulloa (Lucía y el sexo), Diego Martín (Aquí no hay quien viva) o Antonio de la Torre (Volver), estas mujeres no llevan sombrero ni pistola. «Son mujeres trabajadoras, con hijos, con problemas», que tendrán que resolver el caso más difícil: «su propia vida», sentencia Bollaín.
Observadoras y discretas
«El título de la película es irónico. De mujeres fatales tienen poco. De hecho, Mata Hari fue bastante chapucera. Tuvo la idea de trabajar para dos bandos, la pillaron y la mataron», dice Bollaín sobre su película. Cuando empezó a rodar le sorprendió el elevado número de mujeres detectives, a las que define como «más observadoras y discretas». Con ellas encontró el marco ideal para hablar de «los conflictos de la vida misma».