Madrid

Un juez condena a un cirujano y a una clínica por la rotura de un implante mamario PIP

Implantes de silicona de la empresa francesa desaparecida Poly Implant Prothese (PIP).
Benoit Tessier / REUTERS

El Juzgado de Primera Instancia número 50 de Madrid ha condenado a un cirujano plástico y una clínica de estética de Madrid a indemnizar con 7.455 euros a una mujer que sufrió la rotura de una prótesis mamaria de PIP, prohibidas en España desde 2010, que le fue implantada sin la suficiente información.

La sentencia, tramitada por los servicios jurídicos de la Asociación El Defensor del Paciente, condena al doctor, D.T.L., y la entidad médica C.C.M., S.L., a abonar a la paciente M.M.M.S. la cantidad de 7.455 euros, "por la inexistencia de un adecuado y suficiente consentimiento informado".

Los hechos se remontan al 20 de abril de 2001, cuando la paciente, que entonces tenía 34 años, se sometió a la intervención. Seis meses después, y a raíz del mal resultado de la intervención, según la sentencia, el mismo cirujano volvió a practicar a la paciente un retoque y un aumento de prótesis, también con implante PIP.

En marzo de 2008 la paciente acudió a varios Centros Médicos por problemas en sus mamas, realizándose diferentes estudios que permitieron averiguar que se había producido una rotura capsular de la prótesis derecha, por lo que tuvo que ser intervenida nuevamente para que le fuesen sustituidas por otras nuevas.

La alarma

El uso de las prótesis PIP, llamadas así por el nombre del laboratorio que las fabrica (Poly Implant Prothèse), fue prohibido por el Ministerio de Sanidad en 2010 después de que el Gobierno francés comprobase que su tasa de rotura era anormalmente alta. Si la vida media de estas prótesis  es de diez años, momento antes del cual deben de ser sustituidas, las PIP se desgastaban y se rompían antes con una mayor frecuencia.

Las autoridades galas detectaron, además, que los implantes se fabricaban con componentes no aprobados para el uso sanitario. El creador de los implantes, Jean-Claude Mas Florent, fue detenido en enero de este año.

Medidas

El caso de las PIP volvió a la actualidad en diciembre de 2011 después de la aparición de varios casos de cáncer entre portadoras de las mismas, aunque la Comisión Europea y el el Ministerio de Sanidad no han encontrado razones para recomendar la retirada a todas las usuarias, como sí se ha hecho en Francia. "No existe ningún nexo que vincule las prótesis PIP con el desarrollo de tumores", establece el Ministerio.

Sanidad sí establece, sin embargo, que las mujeres que las lleven se realicen revisiones y seguimientos periódicos. El departamento dirigido por Ana Mato también se ha comprometido a que la sanidad pública revise las prótesis no solo a las mujeres que las recibieron tras someterse a una masectomía dentro del Sistema Nacional de Salud (SNS), sino también con los implantes defectuosos de las mujeres operadas en clínicas privadas que estén dentro o fuera de España.

La filial española de PIP cerró en 2009. A fecha enero de 2012, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) contabilizó 269 notificaciones de incidentes relacionados con las prótesis. Hasta 391 de estos productos fueron retirados y de ello un 70% (275) presentaban algún tipo de rotura.

Satisfecha tras el "calvario"

La mujer que sufrió la rotura de una prótesis mamaria de PIP y que será indemnizada por un cirujano plástico y una clínica de estética de Madrid está satisfecha con la sentencia tras el "calvario" que ha pasado, y anima a todas las afectadas a denunciar si no solucionan sus problemas.

Mari Mar, de 45 años, ha mostrado su "alegría" por esta resolución que le da la razón, pero ha mostrado su disconformidad con la indemnización, casi 7.500 euros, que ha considerado "muy baja para todos los gastos y daños morales" que le ha supuesto la rotura de una de sus prótesis mamaria de PIP, que le fueron implantadas sin la suficiente información.

"Que el juez diga que 500 euros cubre los daños morales, me parece patético", señala esta mujer, que dice que no quiere mostrar su rostro ante los medios de comunicación "por privacidad".

"Pero bueno, gracias a Dios la hemos ganado, por lo menos nos han dado la razón porque he pasado un calvario. Fueron dos operaciones, luego la tercera; fue una operación urgente y yo no me quería operar por los mismos cirujanos y además no todos los cirujanos se querían hacer cargo de arreglar este problema", comenta Mari Mar.

Y sigue dando gracias a lo divino porque conoció al cirujano que ha conseguido solucionarle el problema: "Antonio Porcuna", repite en varias ocasiones, porque, dice, "es el mejor". Mari Mar asegura que se vio "sola con este problema", que ha conseguido solventar en los tribunales y por ello se ha sumado a la lucha que mantienen otras afectadas.

"Cuando me he enterado de que este martes en día son 15.000 mujeres en España con este problema, más las que hay fuera del país, es que me pongo en el lugar de todas ellas. Yo lo viví sola, yo doy gracias a Dios por tenerlo solucionado", insiste.

Por eso las anima a que denuncien si es preciso: "Que si las clínicas se hacen responsable del tema -comenta- pues vale, pero si no, pues que los demanden, que les hagan un cambio de prótesis por una prótesis como Dios manda y las dejen bien porque la salud no tiene precio y si no se hacen cargo de esta situación que los lleven a los Juzgados".

"Se quieren lavar las manos y no puede ser así, tanto por parte de los fabricantes como de los médicos que las han implantado, porque implantaron prótesis de menor calidad para ganar dinero y sacar las mayores ganancias", denuncia.

loading...