¿Debería el Gobierno revisar los límites máximos de velocidad?

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, aseguró este martes que el Gobierno está "abierto" a estudiar un incremento del límite de velocidad en autopistas y autovías, que está en la actualidad en 120 kilómetros por hora. Respondía así a una pregunta del portavoz de CiU, Jordi Jané, en la Comisión de Seguridad Vial.

La respuesta del ministro fue una respuesta un tanto ambigüa y no se comprometía a nada, pero aseguró un ligero incremento de la velocidad máxima en estas vías no tendría "tanta incidencia" en las cifras de siniestralidad, aunque sí que aseguró que el impacto ambiental y la factura energética sí que tendrían que ser estudiadas, porque España ya "paga un dineral"- 43.843 millones de euros en 2011, según Ecologistas en Acción- en este aspecto.

El Gobierno de Zapatero redujo de manera temporal y para afrontar una posible carestía de crudo por la situación en Libia el límite a 110 km por hora. La medida generó mucha polémica y el PP, entonces en la oposición, se mostró en contra.

Sin embargo, un año después, las palabras del ministro  han vuelto a reactivar un debate que sigue ahí desde hace años. ¿Se debe elevar el límite máximo de velocidad?

Automovilistas Europeos Asociados  (AEA) y el Real Club del Automóvil España (RACE) llevan muchos años defendiendo una elevación del límite de velocidad, con matices.

El presidente de AEA, Mario Arnaldo, asegura que ellos reivindican la elevación del límite de velocidad, pero "no como se está planteando". "Somos partidarios de límites específicos, no genéricos", explica Arnaldo. "Queremos que, por ejemplo, en la Autovía de Andalucía haya tramos de 140 y otros, como Despeñaperros,  que no llegue ni siquiera a 80 km por hora; o como en Francia, que en autovía se puede ir a 130 de día y con tiempo seco y a 110 si es de noche o llueve".

Sin embargo, Arnaldo "no es nada optimista" a pesar de las declaraciones del ministro. El presidente de EAE recuerda que aumentar el límite supondría un coste, sin ir más lejos, para cambiar la señalización, que debería ser más grande para ser igual de visible a más velocidad, y duda que, en tiempos de recortes y crisis, se vaya a afrontar.

El director de seguridad vial del RACE, Tomás Santa Cecilia, asegura que es una "necesidad social", porque los "límites de velocidad españoles datan de 1970". "El año pasado hicimos una encuesta y el 80% de los conductores encuestados estaban de acuerdo con elevar el límite máximo de velocidad y un 92% apoyaba la medida para autovías y autopistas", explica Santa Cecilia. "Nos parece un acierto del Gobierno", asegura.

Los representantes de AEA y RACE creen que no supondría un problema ni ambiental, ni de consumo ni de seguridad. "El mayor consumo de los automóviles se producen en los atascos", explica Santa Cecilia, que añade que "el 76% de fallecidos por accidentes de tráfico se encuentran en carreteras secundarias; sólo el 4% mueren en las vías donde se circula a mayor velocidad, las autopistas".

"La velocidad unida a la seguridad es progreso", concluye el director de seguridad vial del RACE.

Precisamente la seguridad, el consumo y el medio ambiente, son los argumentos que esgrimen los detractores de la elevación del límite de velocidad.

El portavoz de Ecologistas en Acción, Paco Segura, explica que "no hay por donde coger la propuesta". "Contruibuiría al cambio climático, contaminaría más -las medidas más efectivas en este campo siempre han resultado de reducir la velocidad-, los coches producirían más ruido, haría consumir más petróleo en un momento en que su precio está disparado y no va a bajar y aumentaría la siniestralidad", enumera Segura.

Ejemplifica dos de esos puntos con ejemplos. Sobre el consumo, explica que se incrementaría porque "la máxima eficiencia de un vehículo está en los 90 kilómetros por hora, todo lo que sea elevar la velocidad más es fomentar el consumo de carburante". Y sobre la siniestralidad, recuerda que  "Dinamarca elevó su límite de 120 kilómetros a 130 y en dos años se habían incrementado los muertos en carretera", ejemplifica .

Igual de claro lo tiene Ana Novella, presidenta de Stop Accidentes, que asegura que la afirmación del ministro les ha "sorprendido" y esperan que "se quede en una mera declaración de intenciones".

"La velocidad mata, está comprobado", asegura tajante Novella.

"Estamos convencidos de que el número de fallecidos aumentará; cuando el año pasado se bajó el límite a 110, aunque fue por motivos económicos, la siniestralidad disminuyó".