El 15-M amplía su aniversario con una cacerolada que acaba con incidentes con la policía

  • Los agentes establecieron en la calle Alcalá un cordón de seguridad para identificar a unos 200 'indignados' que estaban presentes en la protesta.
  • La cacerolada no contaba con permisos de la Delegación del Gobierno.
  • Los 'indignados' quisieron ampliar su protesta al Banco de España.
Gran número de 'indignados' durante la cacerolada popular contra los recortes.
Gran número de 'indignados' durante la cacerolada popular contra los recortes.
EFE
Gran número de 'indignados' durante la cacerolada popular contra los recortes.

Unos 400 'indignados' han ampliado un día más el aniversario del 15-M con una cacerolada en la Puerta del Sol que ha terminado con incidentes con la policía.

La convocatoria estaba fijada a partir de las 20.00 horas como protesta simbólica ante la espectacular subida de la prima de riesgo, que esté miércoles superó la barrera de los 500 puntos. El ruido se hizo notar con las ollas y cazuelas como en el día anterior.

Para ampliar la protesta, decidieron ir al cercano Banco de España, pero entonces actuó la policía, que estableció un cordón de seguridad en la calle Alcalá con el que se pretendía identificar a unos 200 'indignados'. Este tipo de acción policial ha sido muy utilizado estos días en los que ha tenido lugar el aniversario del 15-M. Con ello, han sido identificadas unas 560 personas en Madrid, que se enfrentan a 300 euros de multa por sobrepasar el límite horario de manifestación establecido por la Delegación del Gobierno. La cacerolada popular de este miércoles no estaba permitida.

Durante el cerco policial, se vivieron varios momentos de tensión y confusión. La policía llegó a identificar a una veintena de 'indignados' antes de abrir el cerco. Los manifestantes salieron corriendo de nuevo a Sol, algunos agarrados entre sí, al grito de "¡Si, se puede!" y "¡Gracias por venir!". Entonces llegó la calma, solo rota por otra minicacerolada.

Diana, una de las personas presentes en el cerco, lo ha relatado así a 20minutos.es: "Unas 8 personas habían salido por separado, tras ser indentificadas, por lo que se hizo la asamblea pensando que era mejor no salir en goteo, porque nos exponíamos a multas de 300 euros. En la asamblea se ha dicho que Legal Sol recomendaba permanecer unidos. Se ha consensuado. No sabíamos qué querían porque no nos dejaban irnos. Hemos permanecido sentados en círculo con los brazos entrelazados hasta que una mediadora –según algunos testigos la mediadora ha sido Tatyana, de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca– ha dicho que la Policía nos dejaría salir, pero no nos fiábamos mucho y hemos esperado a que se moviera algún furgón para poder pasar, y hemos salido agarrados y en bloque para que no pillasen a nadie".

La Policía Nacional ha confirmado a 20minutos.es que no ha habido detenidos y que la actuación de los agentes sirvió para impedir el 'pasacalles' del día anterior. Un de los pocos incidentes registrados ha tenido lugar en uno de los bares aledaños a Sol, cuando agentes de policía cerraron la entrada al mismo para evitar que los indignados se refugiaran en él y así evitar ser registrados. Con el bar cerrado, cundió el nerviosismo entre los clientes, uno de los cuales –una turista alemana– sufrió un ataque de ansiedad.

Tras estos hechos, gran parte de los 'indignados' permanecieron en Sol, sobre todo cerca de la estatua del Oso y el madroño. Otros muchos empezaron a dispersarse por las calles adyacentes. "Cualquier medida que parta de la no violencia es válida y buena; una cacerolada sirve para hacer recapacitar a la gente sobre el motivo por el que estamos aquí", aseguró uno de los presentes. Uno de los miembros del Grupo de Trabajo de Economía-Sol, del movimiento 15-M, Tom Kucharz, dijo que "la furia de las fuerzas sociales va en aumento a medida que las políticas neoliberales de Europa se empeñan en imponer recortes sociales".

Similares hechos ocurrieron durante la tarde en Barcelona, donde medio centenar de antidisturbios de los Mossos d'Esquadra han rodeado a los cerca de 200 'indignados' que celebraron otra cacerolada ininterrumpida, que llevaban a cabo desde las ocho de la mañana, ante la sede de La Caixa en la Diagonal de Barcelona. Los mossos quisieron evitar que cortaran el tráfico en la zona.

Para el próximo viernes, el 15-M prevé otra protesta en Madrid, en frente a la oficina de la Unión Europea, en el mismo edificio que acoge a la Embajada de Irlanda. Durante la manifestación de este miércoles, varias personas distribuían volantes con una convocatoria para el 29 de mayo: una 'huelga de consumo'.

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