Internacional

La UE busca el crecimiento en una cumbre que mide el equilibrio francoalemán

La canciller alemana, Angela Merkel (i), y el presidente francés, Fraçois Hollande (d).
Kay Nietfeld / EFE

Los líderes de la Unión Europea (UE) explorarán este miércoles vías para recuperar el crecimiento económico en una cumbre que medirá por primera vez el nuevo equilibrio entre Alemania y Francia, tras la llegada de François Hollande al Elíseo.

De la cita, una cena de carácter informal, no saldrán decisiones firmes, sino una serie de iniciativas que se aprobarán en la reunión formal que los jefes de Estado y de Gobierno celebrarán a finales de junio.

Entre las propuestas para relanzar el crecimiento que están sobre la mesa figuran algunas ya encauzadas como la emisión de bonos para financiar proyectos de construcción de infraestructuras, aumentar la capacidad del Banco Europeo de Inversiones (BEI) o redirigir fondos estructurales.

No hay, por tanto, grandes revoluciones, pero sí un mensaje claro sobre la necesidad de reactivar la economía, tras meses de debate europeo dominados por el mantra de la austeridad. La razón: una Europa al borde de una recesión, situación que sólo ha podido evitar por el empuje de la economía alemana.

Otro de los puntos calientes ee la hipotética salida de Grecia de la zona euro, una opción sobre la que no dejado de hablarse en los últimos días. La incertidumbre con respecto al país heleno, además, ha marcado la apertura bajista de los mercados europeos y del euro frente al dólar.

Las políticas de ajuste y la crisis de confianza generalizada han hecho enlazar trimestres sin crecimiento a un buen número de Estados miembros, incluidas grandes economías que llevan tiempo en dificultades, como España e Italia, y otras que parecían a salvo de golpes como la holandesa.

El giro en el mensaje ha llegado alimentado por la victoria de Hollande en Francia, en quien han encontrado un baluarte al que agarrarse otros defensores de la necesidad de dar un estímulo a la economía, como la Comisión Europea, o el primer ministro italiano, Mario Monti.

Los eurobonos

Confiado por el respaldo a su mensaje obtenido en la reciente cumbre del G8, Hollande se estrenará en Bruselas con un pequeño órdago ante la canciller alemana, Angela Merkel, cuyas políticas habían encontrado hasta ahora todo el apoyo de la Francia de Nicolas Sarkozy.

El nuevo Gobierno socialista se presentará en la cumbre de mañana con un "paquete de medidas" en favor del crecimiento, entre las que figurará la que puede convertirse en la primera gran ruptura del eje franco-alemán: la creación de los eurobonos, títulos de deuda respaldados por todos los países miembros de la zona euro.

Esa mutualización de deuda que facilitaría la financiación en los mercados a los países con más dificultades ha sido impulsada durante meses por la socialdemocracia europea y tiene el apoyo, aunque a largo plazo, del Ejecutivo comunitario. Sin embargo, la respuesta de Berlín ha sido siempre un claro "no" a la idea, que aumentaría el coste de la deuda soberana para una Alemania que a día de hoy paga mínimos por financiarse en los mercados.

En este sentido, el comisario europeo de Energía, el alemán Günther Oettinger, ha aconsejado al Gobierno de la canciller federal, Angela Merkel, que no se enroque en su rechazo radical a la emisión de eurobonos. A su juicio, la emisión de eurobonos "es una cuestión de tiempos" y la deuda pública continental podría ser el paso final de un proceso en el que antes todos los países deben haber ratificado el pacto fiscal y girado hacia un curso de estricto ahorro.

El mismo rotativo señala que Merkel se está quedando sola en el debate sobre los eurobonos, cuya introducción defienden la mayoría de los países de la UE, así como el actual jefe del Eurogrupo y primer ministro de Luxemburgo, Jean Claude Juncker.

Rescates bancarios

La intención del presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, es permitir un debate abierto y escuchar todas las ideas de los líderes, con vistas a preparar decisiones de cara a la cumbre de junio. Por ello, según fuentes comunitarias, es probable que también estén sobre la mesa asuntos como la situación de Grecia y la posibilidad de usar el fondo europeo de rescate para recapitalizar directamente bancos en problemas.

Sobre este último punto, y aunque las actuales normas del fondo no lo permiten, existe una "discusión" con "gran variedad de opiniones" en el seno de la Unión, según esas fuentes. La pasada semana, Hollande se mostró a favor de usar fondos europeos para recapitalizar los bancos españoles, que, según un estudio del Instituto Internacional de Finanzas (IIF), necesitarían una inyección de capital extra de entre 50.000 y 60.000 millones de euros.

Menos probable parece una discusión sobre una intervención del Banco Central Europeo (BCE) para aliviar la presión sobre la deuda soberana de países como España, a pesar del llamamiento que deslizó ayer su Gobierno.

El presidente del Ejecutivo español, Mariano Rajoy, consideró "urgente" y "prioritario" que la UE garantice la estabilidad financiera y demandó "decisiones" que puedan entrar en vigor en 24 horas, en lo que se ha interpretado como un claro llamamiento a una actuación del BCE en los mercados.

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