La vida de los gabarreros, novelada en 'La balada de Natacha', del segoviano José Manuel Martín Trilla
El segoviano José Manuel Martín Trilla ha ambientado su primera novela publicada, 'La balada de Natacha', en el oficio de la gabarrería, una actividad consistente en extraer leña del pinar para venderla que se encuentra en la actualidad prácticamente extinguida.
Martín Trilla, hijo y hermano de gabarreros, retrata a través de 347 páginas la crudeza de una labor que es "pasión, alma y cultura" de Valsaín, su pueblo, un municipio del término del Real Sitio de San Ildefonso situado en la vertiente noroeste de la Sierra de Guadarrama.
Para su población, la gabarrería fue durante la posguerra y los años de racionamiento la fórmula de sustento. Su dureza, agravada por la represión, la ruptura social y la vigilancia extrema de la época, queda plasmada en esta novela, la historia de cinco amigos de infancia que terminan enfrentados tras el estallido de la Guerra Civil, siempre con una mujer, Natacha, como detonante.
El autor enmarca su ficción en hechos reales, aquellos que le contó su padre antes de morir cuando él tenía 18 años, o su tía, una centenaria cuyo testimonio le ha servido para reflejar el momento histórico.
Tras la contienda proliferaron los gabarreros en el monte, que se las debían ingeniar ante la falta de leña para todos. "Resegaban tocones y recorrían distancias tremendas hasta Cercedilla y Rascafría para traer una carga, a lo que se unía un servicio de guardería muy severo", explica el escritor a Europa Press.
Todo ello generaba que personas que sólo querían comer se dieran a todo tipo de actos delictivos, como el extraperlo o la pesca y la caza furtivas, como queda plasmado en el libro.
'La balada de Natacha' es la primera ficción basada en los gabarreros de Valsaín. Es también la primera novela publicada de Martín Trillo, gran amante de este oficio y su entorno, al que también rinde homenaje desde la revista 'Crónicas Gabarreras', de la que es promotor, que se edita en Valsaín anualmente desde hace 13 años.
Del libro, el autor ha autoeditado un millar de ejemplares, que pueden adquirirse en librerías del Real Sitio y Segovia. Para ilustrar la portada ha contado con el pintor Juan José Martín Encinas, artista autodidacta nacido en Valsaín.
José Manuel Martín Trilla, de 48 años, trabaja como ordenanza en el Archivo Militar del Alcázar de Segovia, cuenta con varios premios de relato corto.