El fotógrafo que encontró el erotismo en los juegos de luz y sombra de la naturaleza
- Brett Weston (1911-1993), hijo del fotógrafo Edward Weston, fue reconocido desde la adolescencia como un prodigio de la fotografía.
- Seductor empedernido en su vida personal, abordaba con sensualidad los juegos de luz sobre la arena, los árboles, las rocas, el agua y las paredes.
- Una retrospectiva repasa las cinco décadas de su carrera, en la que desarrolló un estilo minimalista y abstracto pero con matices figurativos.
A los 13 años dejó atrás el colegio para no volver y viajó desde Los Ángeles (donde vivía con su madre) a México, para reunirse con su padre, el afamado fotógrafo Edward Weston. Brett Weston (1911-1993) comenzó entonces a captar imágenes con una cámara y poco después ya era reconocido como un prodigio de la fotografía.
La galería Steven Kasher de Nueva York inaugura el jueves 4 de octubre Brett Weston, una retrospectiva del fotógrafo estadounidense que réune 80 impresiones realizadas en blanco y negro por el propio artista.
Para subsistir, Weston se dedicó al retrato, pero sus aspiraciones estaban lejos de la fotografía clásica. Cultivó un formalismo radical, minimalista y menos psicológico que el de su padre y maestro. Examinaba las formas con ánimo abstracto, pero nunca abandonaba la figuración.
La exposición, en cartel hasta el 3 de noviembre, repasa la siete décadas de la carrera del artista, de los años veinte a los ochenta, y descubre el tratamiento de los temas que desarrolló, sobre todo su fascinación por la naturaleza y sus formas.
De los desiertos de méxico a los pueblos de Europa
Daba un tratamiento sensual, casi erótico, a las luces y las sombras sobre la arena, los árboles, las rocas, el agua y las paredes. Sus escenarios fueron las costas y los desiertos de México y del estado de California; las calles de Nueva York y de San Francisco; las montañas de Alaska, las ciudades y los pueblos de Europa; la vegetación de Hawái (donde vivió los últimos años de su vida)... Weston captaba los motivos universales en diferentes rincones del mundo.
Su otra obsesión eran las mujeres. Se casó y se divorció cuatro veces, tuvo numerosos romances que lo convirtieron en una ocasional inspiración para el cine. En los años treinta tuvo una aventura con la escritora y guionista de cine Mildred Cram, que se basó en él para caracterizar al playboy de la película Tú y yo (Leo McCarey, 1939), que en el remake de 1957 protagonizó Cary Grant, un actor al que se ha comparado a Brett Weston por su estilo de seducción.