Un libro reúne las fotografías inéditas y "libres" de Robert Frank en Valencia

Las fotografías de Valencia que tomó en la década de los 50 el fotógrafo Robert Frank (Suiza, 1924), muchas de ellas inéditas, se reúnen en un libro que resume la estancia de cinco meses del autor en el barrio de pescadores de la ciudad.
Fotografía De Robert Frank
Fotografía De Robert Frank
Robert Frank
Fotografía De Robert Frank

Las fotografías de Valencia que tomó en la década de los 50 el fotógrafo Robert Frank (Suiza, 1924), muchas de ellas inéditas, se reúnen en un libro que resume la estancia de cinco meses del autor en el barrio de pescadores de la ciudad.

La obra, titulada 'Valencia, 1952' y coeditada por La Fábrica y Steidl, recopila más de 40 fotografías en las que se refleja "la libertad y la humanidad que le ayudaría a concebir y llevar a cabo 'Los americanos'", explican los responsables de la edición en un comunicado.

Las escenas nocturnas, el toreo y el mar son temas que Frank trabaja por primera vez en Valencia. Estas fotografías conviven con constantes de su trabajo como la infancia o el ritual

El proyecto, madurado durante años, ha sido editado directamente por el propio Robert Frank junto a Vicente Todolí, y pretende responder a la pregunta de qué descubrimientos hizo Robert Frank en la ciudad del Turia. Al respecto, los impulsores del volumen consideran que, "aparte de la libertad, podría decirse que descubrió la confianza en sí mismo y que su intuición era buena".

El prestigio de la obra de Robert Frank, añaden, se apuntala en un trabajo referencial en el mundo de la fotografía contemporánea, como es 'Los americanos'. Sin embargo, su mirada única y libre no se restringió únicamente a los Estados Unidos.

Robert Frank abandonó su Suiza natal en 1947 y, tras pasar por Nueva York, Perú y París, en marzo de 1952 viajaría a Valencia acompañado por su mujer, Mary Lockspeiser, y su hijo pequeño. Allí pasarían cinco meses, en los cuales Frank haría fotografías en cien o doscientos metros a la redonda del lugar donde se alojaba, cerca del mar, en el barrio del Cabanyal.

RITUAL,

Noche y mar

En las instantáneas de Valencia, Frank reflexiona sobre temas por los que se ha interesado en otras ocasiones, como el ritual —aquí representado como desfile o procesión—, los niños, y otros nuevos, como las escenas nocturnas y el mar. En una ciudad con una vida nocturna, Frank captura imágenes en las que se palpa el calor, la brisa marina, la emoción de estar despiertos de madrugada.

El artista se desplazaba a pie, paseando por las calles cercanas a la casa donde vivía, fotografiando lo que le rodeaba, sin perseguir un reportaje fotográfico, conviviendo con la misma gente a la que estaba retratando, indagando en la vida diaria de sus vecinos más cercanos. Todas las fotos de Valencia son de este pequeño barrio, a excepción de algunas que tomó en el centro de la ciudad, donde acudía quizá para ver alguna procesión o participar en alguna festividad celebrada cerca de la catedral, a unos tres kilómetros de donde vivía.

En cierto sentido, el fotógrafo vivía aislado, ya que la comunidad de pescadores no estaba conectada con la ciudad. Eran las afueras, pues entre la ciudad y ese barrio mediaba una franja de tierra sin construir. Esos pescadores eran hijos y nietos de pescadores.

Vicente Todolí, el editor del libro, cree que para Frank, "Valencia no fue tanto un viaje como una estancia". En la ciudad "se liberó de lo narrativo, del ensayo fotográfico y encontró tiempo para la meditación", añade.

El libro está compuesto por 42 fotografías en blanco y negro y contiene un alegórico texto de Robert Frank que condensa sus recuerdos de ese mágico verano de 1952. De manera informal, sincera y muy esclarecedora, se sucede una conversación entre la conservadora y jefa del departamento de fotografía de la National Gallery de Washington, Sarah Greenough; el presidente de la galería Pace/MacGill de Nueva York, Peter MacGill, y Vicente Todolí.

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