Bienvenido León es uno de los directores del Festival Urban TV y está convencido de que la televisión puede ser muy distinta y mejor.

Ustedes proponen utilizar la  televisión como herramienta, ¿cómo es posible hacer eso?

La televisión es una herramienta de primera magnitud que está infrautilizada. Puede ser muy distinta de lo que vemos. Creo sin duda que la televisión que tenemos en nuestro país no es, ni mucho menos, la que nos merecemos.

¿A qué se refiere?

Por muchas razones, hay una tendencia, cada vez más clara, a que la televisión sea un negocio. Y es un negocio, pero puede ser mucho más. Se puede utilizar para satisfacer verdaderamente las inquietudes de las personas, y enriquecerlas. Ahora solo enriquece los bolsillos de unos pocos.

Hoy celebrarán un foro de debate, La realidad construida por la televisión, sobre el entretenimiento basado en hechos reales. ¿Se refiere al auge de los realities?

Sí, los realities, y muchos otros, como los coaching shows, reportajes como Españoles por el mundo... Nos parece bien que exista este tipo de programas, son una tendencia cada vez más importante, pero desde nuestro punto de vista, estamos yendo en una dirección equivocada.

¿Por qué piensa eso?

Algunos críticos piensan que al construir un espectáculo de entretenimiento sin que haya apenas un interés informativo, se cuentan cosas sin ningún rigor, se desvirtúa, se manipula... Se pierde el respeto al espectador. Antes los programas informaban sobre el mundo que vivíamos y servían para meditar sobre cómo podíamos vivir mejor. Cuando el entretenimiento se erige como único objetivo, eso conlleva una serie de problemas. Merece la pena debatir sobre ello.

¿Por qué cree que los realities tienen tanto éxito?

Todos tenemos un punto de voyerismo pero más allá de eso, el entretenimiento basado en la realidad triunfan porque son programas de bajo coste, son más baratos que hacer ficción, y además dan buenos resultados de audiencia.

¿La televisión ofrece lo que la gente demanda?

Eso es una falacia que, de mucho repetirse, la gente se lo ha llegado a creer, pero no es así. La gente ve lo que le ponen. Los programadores ponen lo que creen que va a gustar a la audiencia, pero a un determinado coste. Si lo que buscaran fuera la audiencia a toda costa, pondrían películas de estreno todos los días, pero eso es inviable. Los programas ofrecen una oferta limitada y la gente elige entre eso. Por otra parte, la televisión no es un negocio cualquiera, también tiene una responsabilidad social. La pública y también la privada, juega con los valores de las personas; algo que nunca se tiene en cuenta.

Pero los canales que ofrecen contenidos alternativos, más divulgativos, como La 2, no tienen mucha audiencia...

Hay mucha gente que ve los documentales, pero no se apuesta por ellos en el prime time. La gente está acostumbrada a que los documentales son algo para echar la siesta, eso dice mucho de la sociedad en la que estamos. La televisión pública no ha hecho su trabajo: una apuesta sólida y continuada por ellos, como se hace en otros países. Pero tienen que ser programas de calidad muy alta, porque además de que sean de un contenido de interés, tienen que ser entretenidos. Y cuando eso ha ocurrido, el éxito de audiencia les ha acompañado. La gente se sorprende cuando ve los documentales en este festival: les encanta, les apasiona y al mismo tiempo pueden aprender cosas.

¿Qué opina de los recortes en la televisión pública?

Es una pena, están haciendo muchísimo daño. Lo fácil es recortar de la cultura, en educación, sanidad y en ciencia. Pero eso no es un planteamiento de futuro, es un planteamiento de presente. La televisión es una herramienta importante en una sociedad democrática. Puede hacer mucho por los ciudadanos, por informarlos y educarlos. ¿Qué país queremos tener? ¿Pan y circo para todos? ¿O de gente educada y que tenga valores? Por otro lado, la pública está compitiendo con la privada con sus mismas herramientas. Entonces la gente se preguntará: ¿para qué queremos una televisión pública que nos de lo mismo que la privada, si las privadas no nos cuesta dinero?

¿Cómo debería ser entonces la televisión pública, en su opinión?

Tendría que hacer televisión de calidad que llegue a la gente con argumentos diferentes que la privada.

¿Cree que el futuro de la televisión está en Internet?

Creo que ya es el presente. Internet es una vía de distribución de la televisión muy importante, y al mismo tiempo es competencia. Hay infinitos canales, la competencia se acentúa.  Las televisiones tienen que adaptarse a esta nueva realidad, a una televisión que puede verse en cualquier momento en un dispositivo móvil, y de forma individual. Y yo dudo es que sean capaces de adaptarse a ese nuevo paradigma. A nadie en el mundo de la televisión se le ocurrió montar una empresa como Youtube, porque están en otra guerra. Su única ventaja es que tienen los derechos de los contenidos. Pero me da la impresión de que eso irá cambiando, y será para bien, habrá más variedad y más posibilidades de elegir.

El Festival Urban TV, que cumple este año su décima edición, tiene como espíritu utilizar la televisión como medio para mirar a la ciudad, reflexionar sobre nuestra forma de vida y ver cómo podemos convertirla en un medio más habitable, en convivencia con otros seres vivos. En este sentido, hasta el viernes se proyectarán documentales y habrá foros de debate en La Casa Encendida de Madrid, entre otras actividades.