Angela Merkel prefiere no comentar las críticas de Schroeder en sus memorias

La canciller alemana, Angela Merkel, no ha comentado la críticas de su antecesor Gerhard Schroeder que la acusa de falta de liderazgo y quien además en sus memorias, que se publicarán el jueves, ataca a otros antiguos rivales políticos.

"No creo que el papel de la canciller sea comentar las valoraciones de su antecesor", dijo el martes el portavoz del gobierno, Ulrich Wilhelm, al ser preguntado sobre una posible reacción de Merkel a los comentarios de Schroeder.

Schroeder se ocupa poco de Merkel en sus memorias lo que ha justificado en diversas entrevistas diciendo que ha escrito sobre sus siete años en el gobierno y no sobre el trabajo de su sucesora.

"Falta liderazgo, eso produce en la CDU una decepción increíble", dice Schroeder en una entrevista que publica la revista "Der Spiegel" en su edición de hoy.

Esas declaraciones han producido airadas reacciones por parte de dirigentes de la CDU que han asegurado que Schroeder todavía no ha podido digerir la derrota que sufrió ante Merkel en las elecciones de 2005.

Otras dos figuras de la política interna alemana sobre las que han caído los dardos de Schroeder han sido el primer ministro bávaro, Edmund Stoiber, y el actual líder del Partido de la Izquierda, Oskar Lafontaine, que estaba a la cabeza del Partido Socialdemócrata (SPD) cuando éste llevó al poder a Schroeder.

Lafontaine formó parte del primer ejecutivo de Schroeder como ministro de Finanzas pero renunció por sorpresa por diferencias políticas y posteriormente se ha convertido en uno de los críticos más duros de la política reformista del ex canciller.

Schroeder dice que las críticas de Lafontaine ya no le afectan porque sus ataques han sido de un nivel tal que lo único que han hecho es desprestigiar al propio autor de las mismas.

Según Schroeder, Lafontaine, al igual que Stoiber -aunque este último en menor grado- son personalidades que parecen tener miedo de asumir responsabilidades.

Schroeder también ataca a los sindicatos por la manera como se volcaron estos contra su política reformista que, en opinión del ex-canciller, está siendo continuada en las líneas fundamentales por la gran coalición que, según dice, sigue "un programa socialdemócrata moderado".