Los agentes que estaban de guardia el pasado día 6 en el aeropuerto no daban crédito a lo que vieron: una madre pellizcando a su bebé de nueve meses para que llorara antes de pasar la aduana e intentar de esta manera que no le revisaran su equipaje.
Fuentes de la Guardia Civil han explicado que el suceso ocurrió a mediodía cuando los agentes vieron a Lorena Natali L.D., una ciudadana ecuatoriana de 22 años con residencia en Santa Coloma de Gramenet (Barcelona) que llevaba a una niña de nueve meses y le pellizcó para que llorara.
La mujer intentaba dar apariencia de normalidad y despertar la ternura de los agentes, pero éstos no dejaron de revisar su equipaje y encontraron en un doble fondo simulado en los laterales de la maleta un alijo de 14,460 kilogramos de cocaína.
La mujer había llegado a Barcelona en un vuelo procedente de Guayaquil.
El uso de bebés para intentar relajar la vigilancia policial también fue utilizado el pasado sábado por otra mujer, Magdalena E., de 29 años, que llegó a Barcelona en un vuelo procedente de Buenos Aires y desembarcó con otro bebé en los brazos.
Los agentes le revisaron la mochila y le encontraron dos envoltorios con 5 kilos de cocaína.
En ambos casos, tras la detención de las dos madres, los bebés fueron puestos a disposición de la Dirección General de Atención a la Infancia de la Generalitat.
Según la Guardia Civil, la proliferación de la entrada de cocaína por el aeropuerto del Prat, auspiciada por el aumento de vuelos directos a Sudamérica, se constata casi a diario.
El domingo fue detenido Alfredo Javier I., un ciudadano uruguayo de 25 años, que llegó a Barcelona en otro vuelo procedente de Buenos Aires, y que al pasar por el control aduanero fue descubierto transportando 3,6 kilos de cocaína en el doble fondo de su maleta.
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