Silvio Berlusconi, líder de la coalición de centroderecha, ha revalidado su condición de
político incombustible gracias a su enorme
remontada por sus promesas populistas y los ataques a la austeridad, de la que culpa a "la hegemonía alemana".El
segundo puesto alcanzado a tan sólo unas décimas de la coalición de centroizquierda liderada por
Pier Luigi Bersani, lo atribuyen los analistas en parte a las promesas de
Il Cavaliere de devolver a los contribuyentes el impuesto sobre bienes inmuebles de la primera vivienda (
IMU) instaurado en 2012 por su sucesor al frente del Gobierno, el tecnócrata
Mario Monti, y de crear cuatro millones de puestos de trabajo.También ha prometido una
amnistía fiscal total para quienes tienen dinero en cuentas en el extranjero.
Lavado de imagen
Pese a las afiladas
críticas de sus oponentes sobre la falta de fondos en las arcas del Estado para financiar sus promesas, Berlusconi no se ha amilanado y ha reiterado que no dudará en llevarlas a cabo, cuando sólo la devolución del IMU significaría el desembolso 4.000 millones de euros.Otro de sus caballos de batalla en la campaña ha sido el supuesto "
complot internacional" para derrocarlo en 2011, amén de acusar a Monti de cumplir los dictados de la canciller alemana,
Angela Merkel.La 'habilidad' de
Il Cavaliere ha consistido en
maratonianas apariciones públicas en la televisión tanto en los tres canales de su imperio mediático,
Mediaset, como la pública
RAI, donde ofrece una
imagen muy lejana a aquella del 'bunga bunga', las fiestas eróticas que celebraba con chicas en sus residencias de Arcore (Milán) o de la isla de Cerdeña.Consciente de que su
imagen pública se vio seriamente
dañada hace dos años por aspectos de su
vida privada, como el llamado caso 'Ruby', Berlusconi se ha deshecho de que cualquier detalle que le pudiera relacionar con mujeres y hasta a su novia, Francesca Pascale, de 28 años, la ha apartado de la campaña porque los estudios señalaban que no le favorecía.
Juicios pendientes
La remontada se ha producido a pesar de que el ex primer ministro tiene
juicios pendientes como el caso 'Ruby', en el que está acusado de incitación a la prostitución de menores y abuso de poder, cuya última vista será el 11 de marzo, y en el que los fiscales sostienen que Berlusconi, de 76 años, mantuvo relaciones sexuales en trece ocasiones con una menor de edad.También tiene pendiente el proceso por un delito de
fraude fiscal en el llamado 'caso Mediaset' y el caso 'Unipol', relacionado con la publicación de escuchas telefónicas de procedencia ilícita en el diario
Il Giornale, propiedad de su hermano Paolo.A pesar de sus desatinos, como las recientes
declaraciones sobre Benito Mussolini, de quien dijo que, excluyendo las leyes raciales, "hubo cosas que hizo bien", los votantes parecen no haberlo castigarlo.Tampoco la acusación del vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Asuntos Económicos,
Olli Rehen, de que
incumplió en otoño de 2011 los
compromisos de ajuste que había asumido con la
Unión Europea, lo que a su juicio agravó las turbulencias financieras en Italia, han hecho mella en gran parte de la opinión italiana.Berlusconi ha hecho caso omiso o ha mantenido duras diatribas con Monti y con todos los que le acusan de populista, de dictador y de haber gobernado a su medida, porque dada su capacidad de recuperación
ha logrado situarse en el centro del debate político y hacer temblar a la elite política europea que se da cita en Bruselas.