El presidente de la República italiana, Giorgio Napolitano, ha comenzado este miércoles las consultas para la formación del próximo Ejecutivo en medio de una gran incertidumbre ante la perspectiva de la falta de acuerdos entre los tres partidos mayoritarios y el hecho de que ninguno de ellos tiene la mayoría suficiente para la creación de un nuevo Gobierno tras las elecciones.

Aunque las reuniones principales, con el Partido Demócrata (PD) de Pier Luigi Bersani, el Movimiento 5 Estrellas (M5S) del cómico Beppe Grillo y el Pueblo de la Libertad (PDL) de Silvio Berlusconi, se producirán este jueves, Napolitano ya ha comenzado las consultas con el presidente del Senado, Pietro Grasso, y la de la Cámara de los Diputados, Laura Boldrini.

Napolitano, cuyo mandato finaliza el próximo mayo, tiene la intención de que la formación del nuevo Gobierno llegue cuanto antes. Una inquietud que comparte también el presidente del Senado: "Con el jefe del Estado hemos expresado la compartida determinación de la necesidad absoluta de dar un Gobierno al país".

En la misma linea se manifestó Boldrini al asegurar que el presidente de la República pretende "resolver enseguida" está cuestión, tras unas elecciones que dejaron a la coalición de centroizquiera de Bersani como ganadora, pero a 35 senadores de los 123 que necesita para tener la mayoría suficiente para salir envestido.

Por otro lado, tanto Grasso como Boldrini se han convertido en dos de los principales protagonistas de esta nueva legislatura italiana, después de que el pasado martes, durante la primera reunión de la Junta de Portavoces de sus respectivas cámaras, anunciasen su decisión de bajarse el sueldo un 30%. "Creo que no hay necesidad de ganar todo ese dinero. Espero que quien ocupa cargos institucionales haga lo mismo y me parece entender que hay una buena disposición por parte de los partidos. Hay que dar una señal. No se puede tener una casta política y Grasso y yo no los somos", dijo Boldrini.

En cuanto a la jornada del jueves, se presenta como una de las más importantes que vivirá el Palacio del Quirinal, sede de la Presidencia de la República, ya que Napolitano deberá conjugar un panorama complicado. Bersani continúa dispuesto a formar Gobierno, con un programa de ocho puntos básicos, pese a no tener suficientes apoyos en el Senado, por lo que espera que el presidente arranque de Grillo un compromiso para permitir su investidura.

Grillo, por su parte, ha manifestado reiteradamente su negativa a apoyar ningún Ejecutivo, más allá de pactos puntuales ley a ley, que no sea el de su M5E. En cuanto a Berlusconi, este miércoles ha declarado en uno de sus canales de televisión la necesidad de un Ejecutivo de unidad nacional apoyado por su partido y el de Bersani para que el país pueda llevar a cabo "medidas fuertes" para salir de la recesión.

"Solo un Gobierno estable y de prestigio, de concordia nacional que salga de una colaboración entre el PDL y el PD puede llevar a cabo medidas en interés del país", dijo Berlusconi, que aprovechó para apuntar que Bersani, que rechaza la alianza que le propone Il Cavaliere, no hace otra cosa que "cortejar" a Grillo, mientras no recibe de él más que "rechazos y mofas".

También este miércoles pasarán por el Quirinal los representantes de los grupos minoritarios en el Parlamento, entre los que se encuentra la formación del primer ministro en funciones, el senador vitalicio Mario Monti, ausente en la delegación de su "Elección Cívica para Italia".