Navegando por tierras de Castilla

Los ríos de España fueron la primera vía, la más natural, de cruzar y descubrir la Península Ibérica. Hoy lo siguen siendo, ya como una actividad turística o de aventura. Para el turista tranquilo que busca nuevas perspectivas de viejos paisajes es una opción espléndida y asequible, por ejemplo, en tierras de Castilla y León.

El "río" que no llegó al mar

Ríos o canales, porque eso quiso ser el Canal de Castilla, "los ríos que van a dar en la mar". Se trata de una de las mayores obras de ingeniería civil de los siglos XVIII y XIX en España, consistente en una red fluvial artificial compuesta por cuatro canales que suman un total de 207 kilómetros a lo largo de las provincias de Palencia, Burgos y Valladolid.

El ambicioso proyecto intentaba comunicar las tierras castellanas con los puertos del Norte y transportar así lana y cereal. Pero cuando el proyecto crecía a alguien se le ocurrido inventar el tren… y el Canal de Castilla se quedó a medias sin otear el Mar Cantábrico.

Hoy, cuatro barcos surcan diferentes ramales del Canal en cada una de sus provincias: dos en Palencia, el Marqués de la Ensenada –que zarpa de Herrera de Pisuerga– y el Juan de Homar –que hace lo propio en Villaumbrales–; uno en Burgos, el San Carlos de Abánades, con origen en Melgar de Fernamental; y uno en Valladolid, el Antonio de Ulloa desde Medina de Rioseco.

Antes de que el Duero llegue a Portugal

Otra travesía indispensable es la que transcurre por los Arribes del Duero, un Parque Natural –a caballo entre la provincia de Salamanca y la de Zamora– que es uno de los rincones más vírgenes de España. Tan recortado y agreste es su paisaje que solo puede accederse sobre las apacibles aguas del río Duero.

Lo mejor es llegarse a la localidad de Corporario (a menos de dos horas de Salamanca o Zamora), y embarcarse en uno de los catamaranes que El Corazón de los Arribes. Cada una de estas modernas embarcaciones panorámicas tiene capacidad para cien personas, y realizan una ruta de hora y media de duración desde la playa del Rostro (a 5 km del municipio) cuya orografía, con moles de granito que se elevan cientos de metros sobre la ribera del río, fauna y flora del lugar nos dejarán maravillados.

Fuente: Guía Repsol. Rutas, mapas, restaurantes … ¡Planifica con nosotros tu viaje!