Sufren una plaga de pulgas en el trabajo sin que la dirección actúe
- Trabajan en un call center situado en la avenida Meridiana de Barcelona.
- Aseguran que no es la primera plaga de pulgas que sufren.
- La empresa no ha solucionado el problema pese a las quejas y CC OO ha denunciado el caso ante la Inspección de Trabajo.
- Algunos empleados han colocado collares antipulgas en su silla.
- Al menos una de ellas está de baja por alergia a las picaduras.
Los empleados del call center que la multinacional francesa CCA International tiene en la avenida Meridiana de Barcelona denuncian que son víctimas de una plaga de pulgas desde hace semanas sin que la empresa tome las medidas necesarias. Además, no es la primera vez que ocurre y algunos trabajadores ya han desarrollado alergia a las picadas.
Los trabajadores informaron de la situación al departamento de recursos humanos, que les dijo que comunicarían las quejas al comité de salud laboral de la empresa pero no se ha puesto solución al problema.
"La gente ha empezado a venir con collares antipulgas, con aerosol de fumigación...", explica a 20minutos Virginie, que está de baja porque ha desarrollado alergia a las picaduras. No es la única que sufre las consecuencias de las picaduras de estos insectos, pues hay otros que deben tomar antibióticos y aplicarse una pomada específica.
"Increíblemente los collares funcionan pero la empresa bromea con esta solución", explica el representante sindical de CC OO en la CCA International, M. Maeso, quien asegura que la dirección ha insinuado que es culpa de algún empleado con perro. Sin embargo, cada vez más personas sufren reacciones alérgicas a la saliva de estos insectos y "claramente es una enfermedad laboral".
Virginie ha expuesto el caso a la empresa personalmente, preocupada por su salud y la de sus compañeros pero lo único que le han dicho es que "costaría demasiado dinero y no son ricos". Es lo mismo que le dijeron a Maeso.
Es por ello que el viernes ha presentado una denuncia ante Inspección de Trabajo de la Generalitat y anima a todos sus compañeros a acudir a la mutua de la empresa por cualquier picada, para presionar a la multinacional.
Es el mismo procedimiento que siguieron el verano pasado —y no era el primero—, cuando sufrieron otra plaga y arrancaron a los responsables el compromiso de que se fumigaría en abril y en septiembre u octubre en lugar de hacerlo una vez al año. "Pero en abril no fumigaron", lamenta Maeso.
La empresa no ha querido dar su versión a este periódico aunque la responsable de recursos humanos recordó, en una breve conversación telefónica, que "los mosquitos pican en agosto".