Madrid

1977-2007: hoy hace tres décadas de la fatídica 'Matanza de Atocha'

Estatua en la madrileña plaza de Antón Martín en memoria de los abogados asesinados en Atocha. (Pepe Caballero)
Pepe Caballero

24 de enero de 1977, 10.30 de la mañana. Nueve personas acababan de terminar una reunión sobre una reciente huelga de transportes en un despacho de abogados laboralistas de Comisiones Obreras (CC.OO), situado en el segundo piso del número 55 de la madrileña calle de Atocha.

De repente, tres jóvenes ultraderechistas armados con metralletas Ingram M-10, irrumpieron en el piso tras llamar al timbre.

Dos de ellos abrieron fuego contra los presentes, mientras el tercero registraba el inmueble y cortaba los cables telefónicos. El resultado final de esta acción fue sangriento -cinco muertos-:

  • Rodríguez Leal, Luis Javier Benavides y Enrique Valdevira resultaron muertos en el acto.
  • Dolores González Ruiz (viuda de Sauquillo), Miguel Sarabia, Alejandro Ruiz Huertas, Luis Ramos Pardo, Serafín Holgado y Francisco Javier Sauquillo resultaron gravemente heridos.
  • Estos dos últimos -Serafín Holgado y Francisco Javier Sauquillo - fallecerían horas después de su ingreso en el hospital.

La matanza provocó un paro inmediato de todos los trabajadores, así como la primera manifestación masiva tras el Franquismo.

Casi dos meses después -el 12 de marzo de 1977-, los asesinos -pertenecientes a la Alianza Apostólica Anticomunista (Triple A)-, y que buscaban al dirigente comunista Joaquín Navarro, -cabecilla del Sindicato de Transportes- fueron detenidos.

Carlos García Juliá, José Fernandez Cerrá y Fernando Lerdo de Tejada, así como el entonces secretario provincial del sindicato de transportes, Francisco Albalejo, fueron condenados a un total de 464 años de cárcel.

Homenaje a los asesinados

Tres décadas después de este siniestro, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró ayer que es "justo" que el "pueblo español", las instituciones del Estado, el Ejecutivo y las Cortes Generales rindan homenaje a los asesinados.

España salía de un túnel oscuro, largo y duro

"Un país se reconoce a sí mismo, se siente orgulloso de sí mismo, cuando es capaz de reconocer a gente que nunca va a protagonizar la historia con mayúsculas, pero que hace la historia, abogados laboralistas, sindicalistas, trabajadores -indicó durante la recepción que ofreció a una delegación del patronato de la Fundación Abogados de Atocha-.

En esa época, recordó Zapatero, España "salía de un túnel oscuro, largo y duro".

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