El mosso que limpió la sangre del empresario muerto en el Raval dice que lo hizo por higiene

El mosso d'Esquadra que limpió con agua el charco de sangre del empresario del Gaixample Juan Andrés Benítez, quien falleció tras ser reducido por la policía autonómica, ha explicado este miércoles que lo hico por razones de higiene. El agente ha declarado en calidad de imputado por un presunto delito de obstrucción a la justicia.

En su declaración de casi dos horas ante la titular del Juzgado de Instrucción 20 de Barcelona que investiga la muerte del vecino del Raval, el agente ha explicado que al ver que habían quedado rastros de sangre —después de haberla limpiado ya uno de sus compañeros—, lo limpió, como que hacen siempre que hay una pelea.

Antes de echar el agua sobre la sangre, este agente colaboró para meter a Benítez en el coche policial cuando se estaba resistiendo, lo cogió por el brazo izquierdo mientras otro compañero lo sostenía por el derecho, y es entonces cuando creyó que la víctima fingía estar desmayada.

Sin embargo, fue cuando su compañero le dio un pequeño golpe para que reaccionara, cuando vio que Benítez no respondía a los estímulos. Una vez el personal del Sistema de Emergencias Médicas (SEM), le comunicó que habían recuperado las constantes vitales, limpió la sangre con tranquilidad.

Sobre su participación en la reducción que presuntamente provocó la muerte del vecino del Raval, este agente ha dicho que no participó porque llegó a la zona de refuerzo y que no vio prácticamente nada, ya que se dedicó a ayudar a crear un perímetro para que los curiosos no se acercasen.

En su relato de los hechos ante la juez ha reconocido que vio a una mossa subir las escaleras de uno de los edificios, y las acusaciones sospechan que se trata del momento en que la agente fue a la vivienda a presionar para que los vecinos borrasen las fotografías que habían hecho de la reducción.

En su declaración ante la División de Asuntos Internos de los Mossos remitida a la juez, el agente ya manifestó que al ver que en el lugar que se había producido la actuación policial había una mancha de sangre tiró encima agua de una botella que tenía en el coche.

Sin embargo, la jueza consideró en su auto de imputación que "ni por razones de salubridad, higiene o protocolos de actuación pueden justificar que unos agentes procedan al borrado o alteración" de unos rastros o vestigios de un posible hecho delictivo sin previamente preservarlo máxime cuando éstos se hubieran podido preservar con una fotografía. No obstante, el mosso ha dicho este miércoles que no vio necesario ni tomar muestras ni sacar ninguna fotografía.