Es otoño: ¡A por setas!
- Pocas calorías y alto contenido en proteínas y minerales (fósforo, hierro y potasio).
- Entre sus variedades las más frecuentadas son el 'boletus edulis', rebozuelo, níscalo, seta de cardo, trompeta de la muerte y la amanita de los césares.
Las setas, que llegan con el otoño, son un manjar de temporada. Pocas calorías y un alto contenido en proteínas y minerales, como el fósforo, el hierro y el potasio. Por sus aromas, colores, sabores y formas, las setas son la estrella culinaria de este último tercio del año.
Níscalo
Es la seta silvestre más consumida y abundante. Se pueden cocinar a la brasa, a la parrilla, guisado, en sopa, salteado, en vinagre y hasta crudo.
Seta de cardo
Otro clásico de nuestros bosques. Se puede encontrar durante todo el año porque se cultivan (aunque no sepan tan buenas como las "cazadas").
Rebozuelo
Conocido también como cantarela o Seta de San Juan, son de color amarillo. Las encontramos en bosques húmedos de robles, encinas o castaños. Es posible encontrarla fuera de temporada.
'Boletus edulis'
Es la seta de moda; cualquier restaurante que se considere renovado la tiene en su menú de alguna manera. De color pardo, su sombrero semiesférico puede alcanzar hasta los 20 centímetros. Se dan en los bosques de robles y castaños, aunque es probable encontrarlos durante todo el año.
Amanita de los césares
Se recoge con las primeras lluvias en los bosques de alcornoques, robles y castaños. Tras la trufa es considerada la reina de las setas, así que es muy delicada y cara.
Trompeta de la muerte
Tiene forma de cuerno con el pie gris y el sombrero negro. Es muy adecuada para secar.
Fuente: Guía Repsol. Rutas, mapas, restaurantes … ¡Planifica con nosotros tu viaje!