Internacional

Velas y rosas honran a Mandela en su casas del antiguo gueto de Soweto y en Johannesburgo

Un hombre llora junto a una fotografía del expresidente sudafricano Nelson Mandela frente a su última residencia en Sudáfrica.
EFE/Kim Ludbrook

Velas y rosas rindieron homenaje este viernes al expresidente de Sudáfrica Nelson Mandela, fallecido este jueves a los 95 años de edad, en la antigua casa del líder del "antiapartheid" en el antiguo gueto negro de Soweto, en Johannesburgo.

Un anciano enciende las velas constantemente y gente, en su mayoría joven, elogian al icono de la lucha contra el régimen racista y toman fotos a su llegada a la que fue su casa, en la calle Vilakazi Street. La calle de Soweto, centro de la resistencia contra el "apartheid" y donde Mandela tuvo durante décadas su domicilio, fue cortada al tráfico.

Los asistentes bailaron y cantaron canciones de lucha para honrar la vida de Mandela. Muchos de ellos llevaban camisas y los rostros pintados con los colores del Congreso Nacional Africano (CNA), que Mandela lideró.

Lesedi Motloung, de 19 años y residente en Soweto, se apartó de la multitud que festejaba con canciones la muerte del exmandatario. "He querido tener un momento de silencio. Estoy muy triste. Madiba fue el héroe de los jóvenes de Sudáfrica", lamentó.

Medios naciones e internacionales también se concentraron en frente a la vivienda. En lengua zulú, un grupo cantaba: "Es el soldado de Umkhonto y no hay nadie como él"

Naledi Amos, de 12 años y de Randburg (norte de la ciudad), estuvo en el domicilio de Houghton, barrio de Johannesburgo donde Mandela falleció en compañía de su familia, para honrar el legado del expresidente sudafricano. "Luchó por nuestra libertad y ahora vamos a la escuela y tenemos una educación igualitaria y recursos...no como en el apartheid", dijo Amos, quien todavía llevaba el pijama. Sus padres le habían contado la historia de Mandela, dijo.

Siete días de celebraciones en su honor

Agitando banderas, con cámaras de fotos, flores, canciones y bailes, centenares de personas de distintas razas y religiones homenajean al gran héroe sudafricano. "Nuestro Tata -papá, en lengua zulú- ha sido liberado 95 años después de observar cómo diferentes razas se han juntado frente a su casa", comenta en Twitter una vecina de Johannesburgo.

"En la Avenida 14 de Houghton los próximos siete días van a ser así, celebrando a Mandela con dignidad", avisa una de las asistentes a esta reunión espontánea.

A gritos de "Nelson Mandela, Nelson Mandela", el tranquilo barrio del expresidente sudafricano ha sido tomado también por los coches, que no pueden acceder a la calle donde el exmandatario pasó sus últimos días porque ha sido cortada.

Temor a nuevas tensiones raciales

Algunos sudafricanos no han dudado en reconocer que temen que la muerte de 'Madiba' deje al país vulnerable a las tensiones raciales y sociales que tanto se esforzó en aplacar. "No va a ser bueno. Creo que (Sudáfrica) va a convertirse en un país más racista. La gente va a enfrentarse y van a perseguir a los extranjeros", ha dicho Sharon Qubeka, de 28 años, una secretaria del municipio de Tembisa, mientras se dirigía a trabajar en Johannesburgo. "Mandela era el único que mantenía las cosas unidas", ha declarado.

Muchos ven a la Sudáfrica actual —la mayor economía del continente africano, pero también una de las de más desiguales del mundo— aún lejos de ser la "Nación Arcoiris", el ideal de paz social y prosperidad compartida que Mandela proclamó en su salida triunfal de la cárcel en 1990.

"Me siento como si hubiera perdido a mi padre, alguien que habría cuidado de mí. Ya como una persona negra sin conexiones estás en desventaja", ha destacado Joseph Nkosi, de 36 años, un guardia de seguridad del municipio de Alexandra, en Johannesburgo.

Refiriéndose a Mandela por su nombre de clan, ha explicado: "Ahora, sin Madiba siento que no tengo una oportunidad. Los ricos se harán más ricos y simplemente se olvidarán de nosotros. Los pobres no les importan. Mira nuestros políticos, no son nada como Madiba".

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