León, un recetario contundente para hacer frente al frío

Con el pimentón y el ahumado por enseñas, la gastronomía leonesa es contundente, clara y honesta, sin trampa ni cartón. En tierras leonesas podemos tener la seguridad de que sentados a la mesa podremos hacer frente a las bajas temperaturas.

Así que para empezar la cuchara es arma contra el frío. Entre los platos de cuchara, en estas tierra destaca el Cocido Maragato, que se come al revés: primero los sólidos y luego los líquidos. Contiene cabrito, gallina, lacón, oreja y morro de cerdo, cecina, chorizo, tocino, garbanzos, repollo y patatas. Quién dijo frío.

Contundente también la olla berciana, un sabroso entendimiento del cerdo con la huerta. Contiene acelgas, berzas, patatas y alubias junto a chorizo, lacón, morcilla, oreja y pata de cerdo, gallina y pimientos rellenos.

Pimentón y mucho tiene uno de sus clásicos, el botillo del Bierzo, que cuenta con Indicación Geográfica Protegida. Se trata de un embutido compuesto con costilla y rabo de cerdo, y en menor medida lengua, carrillera, paleta y espinazo. Todo ello va aderezado con sal, pimentón y ajo y se ahúma.

Sin embargo, el más conocido de los productos leoneses es su Cecina de León, que se elabora solo con carne de vacuno y sal. Tras un proceso de un mínimo de 7 meses de duración, hasta su completo secado y curación. Menos conocidas son sus morcillas de cebolla. Sólo llevan sangre de cerdo y cebolla. No llevan nada de arroz por lo que su consistencia es menos firme.

Fuente: Guía Repsol. Rutas, mapas, restaurantes … ¡Planifica con nosotros tu viaje!