Romano Prodi, intenta formar un nuevo Gobierno tras presentar el miércoles su dimisión como primer ministro italiano.

Varios dirigentes de La Unión, coalición de centro izquierda que lidera Prodi, declararon que este nuevo intento por gobernar se llevará a cabo siempre y cuando la coalición recupere su fortaleza y apoyos parlamentarios.

Prodi presentó ayer por la tarde su dimisión al presidente de la República, Giorgio Napolitano, después de que el Senado rechazara la moción patrocinada por su Gobierno para refinanciar la misión militar en Afganistán (Italia cuenta con 1.900 soldados en la zona) y las bases estadounidenses en Italia, en una apretada votación.

Comienzan las consultas

Napolitano ha comenzado las consultas para superar la crisis.

Se entrevista primero con el presidente del Senado, Franco Marini. Una hora después se reunirá con Fausto Bertinotti, presidente de la Cámara y después con los líderes de los partidos.

Se espera que en breve concluya las consultas y que encargue un nuevo ejecutivo a Prodi, el tercero de su carrera.

De ese eventual Gobierno, no formaría parte el ministro de Exteriores, D'Alema, artífice de la política exterior derrotada y entrarían caras nuevas, para demostrar, según los observadores, que hay un cambio de ruta o por lo menos de intenciones.

¿Qué puede pasar en Italia ahora?

Algunos analistas dijeron que cualquier gobierno de Prodi sería extremadamente débil y vulnerable a las luchas internas entre sus aliados, que están en desacuerdo en todo tipo de cuestiones, desde las misiones militares de Italia en el extranjero hasta los derechos de los homosexuales.