El Gobierno de Aragón quiere ampliar la bolsa de viviendas de alquiler social que creó a mediados del año pasado, que servirá para dar salida a pisos vacíos que no encuentran inquilino y que ya se estaba quedando corta.
A partir de ahora, la DGA abre la bolsa a los propietarios de viviendas vacías que estén sin reformar y les ofrece facilidades en las obras necesarias y en los posteriores trámites del contrato de alquiler.
El objetivo es fomentar la salida de pisos que ahora están vacíos para que los ocupen, en régimen de alquiler y con rentas bajas, familias necesitadas, con ingresos mínimos y en exclusión social, seleccionadas por los servicios sociales y priorizando a las que estén en una peor situación.
Hasta ahora, solo los pisos en perfecto estado podían optar a esta opción, lo que estaba limitando el crecimiento de la bolsa. Desde julio de 2013, el Gobierno aragonés ha recibido en torno a 500 solicitudes de propietarios que querían alquilar sus pisos vacíos.
Por ahora, solo 350 han obtenido el visto bueno y forman ya parte de la bolsa de alquiler. El objetivo de la DGA era llegar a casi 500 viviendas. En todo Aragón hay unos 100.000 pisos vacíos, un 17% más que hace una década, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística.
Los propietarios recibirán como máximo una renta mensual de 4 euros por metro cuadrado de la vivienda cedida a la DGA. Durante los primeros meses, ese máximo se rebajará hasta en 2 euros por metro cuadrado para pagar con el dinero restante la reforma. Cuando la obra esté pagada del todo, se volverá al tope, que tendrá como máximo un alquiler de 400 euros al mes.
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