Exalumnas del colegio Valdeluz víctimas de abusos no querían ir a clase, según padres

  • Seis padres de exalumnas del colegio Valdeluz de Madrid han corroborado ante el juez que sus hijas sufrieron abusos sexuales por parte de un profesor del centro.
  • "No les gustaba ir a clase, ponían pegas y estaba claro que no estaban cómodas", ha explicado el abogado de una de las denunciantes.
  • También han declarado dos secretarias y dos alumnas, que han destacado ante el magistrado la "total normalidad" que había en las clases.
  • Andrés Díez se encuentra en prisión provisional por 7 delitos de abusos sexuales.
Vista de la entrada al colegio Valdeluz Agustinos del distrito Fuencarral-El Pardo de Madrid.
Vista de la entrada al colegio Valdeluz Agustinos del distrito Fuencarral-El Pardo de Madrid.
Fernando Alvarado / EFE
Vista de la entrada al colegio Valdeluz Agustinos del distrito Fuencarral-El Pardo de Madrid.

Seis padres de exalumnas del colegio Valdeluz Agustinos de Madrid han corroborado este viernes ante el juez que sus hijas sufrieron abusos sexuales por parte de un profesor del centro y han asegurado que las niñas no querían ir a clase con el docente porque estaban "incómodas".

Este viernes ha sido una nueva jornada de comparecencias ante el juez que investiga este caso, por el que se encuentra en prisión provisional el profesor Andrés Díaz, acusado de siete delitos de abusos sexuales.

Los padres de las exalumnas han comparecido a propuesta de los abogados de algunas de las chicas, mientras que dos secretarias de la academia de música Melodía Siglo XXI, anexa al colegio, —una de ellas hijastra del profesor— y dos alumnas del centro lo han hecho a propuesta de la defensa del docente.

Las dos secretarias y las dos alumnas han destacado ante el magistrado la "total normalidad" que había en las clases de la academia y la relación "cordial" que tenían con el docente, según fuentes jurídicas.

Sin embargo, los padres han confirmado los síntomas que presentaban las chicas, a quienes "no les gustaba ir a clase, ponían pegas y estaba claro que no estaban cómodas", ha explicado el abogado de una de las denunciantes, José Carlos Velasco.

El profesor tenía una relación "muy estrecha" con algunos de los padres, lo que podía ayudar a que las alumnas se mantuviesen en las clases de la escuela, porque "en casa no querían dar ninguna explicación de lo que estaba sucediendo", ha indicado Velasco.

El letrado del docente, Ramón Muñoz, ha estimado que los padres y madres han incurrido en "contradicciones" y se ha preguntado cómo es posible que unos padres a los que se les cuenta a principios de enero que están sucediendo unos hechos de abuso permitan que su hija siga yendo a la academia hasta el mes de febrero, en lugar de "cortar radicalmente" con esas clases.

Todas las puertas de las aulas de la academia de música tienen "un ojo de buey" que permite observar desde fuera todo lo que ocurre dentro de la clase, sin que "nadie viera nada extraño, anormal o algún movimiento raro", a pesar del continuo trasiego de alumnos que entran y salen y las frecuentes interrupciones de las clases por parte de las secretarias, ha señalado Muñoz.

El representante legal del profesor ha calificado de "firmes, coherentes, verosímiles y convincentes" las declaraciones de las secretarias de la academia y de dos alumnas del profesor.

Muñoz ha atribuido este proceso a "la histeria colectiva" y al "efecto arrastre" provocado por las redes sociales y los medios de comunicación, que ha llevado a una persona a presentar una denuncia en la que dice que el profesor abusó de ella hace 34 años.

El docente, Andrés Díez, que desde mediados de febrero se encuentra en prisión provisional por siete delitos de abusos sexuales, está "mal", aunque "tranquilo" porque "no ha hecho nada".

La defensa pide la libertad del profesor

La defensa ha pedido su puesta en libertad por entender que "no hay riesgo de fuga" y no hay posibilidad de que pueda influir en los testimonios de las niñas, llamarlas o contactar con ellas, puesto que sus declaraciones judiciales ya se han producido.

"Si no estuviera convencido de la inocencia de mi representado, yo no le defendía", ha subrayado el letrado, quien ha considerado que, en este proceso, hay intereses ocultos de "intentos de relación sentimental" con el profesor o "un enamoramiento oculto", ante la dificultad de entender porqué denuncian abusos y permanecen fieles a sus clases.

Jesús Mandri, representante legal del exdirector y del exjefe de estudios del colegio, se ha mostrado satisfecho con las declaraciones, ya que ninguno de los testigos ha relacionado ni al director ni al jefe de estudios con los hechos.

Ninguno de los padres y madres que han prestado declaración ha dicho que se le comunicara nada ni que se le hiciera ningún comentario ni al director ni al jefe de estudios, ha apuntado Mandri.

La tutora del colegio recibió un comentario, pero en ningún caso consta que ella comunicara nada a la dirección del centro, ha resaltado Mandri.

Para los próximos días 7 y 10 de abril, el titular del Juzgado de Instrucción número 13 de Madrid, Hermenegildo Barrera, que investiga el caso, ha fijado las comparecencias como testigos de otras cuatro personas, a instancias del letrado del profesor.

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