Viajes

Semana Santa, esplendor en las calles de Málaga

Hombres de tronos del Cristo de Los Gitanos a la salida de la Casa Hermandad, al comienzo de la procesión que ha recorrido las calles de Málaga.
Jorge Zapata / EFE

De entre las celebraciones de Semana Santa en suelo andaluz la de Málaga se distingue por la alegría que irradia. En sus pasos devoción, arte, música y color se entremezclan.

El Domingo de Ramos hay que empezar madrugando. A las ocho de la mañana sale de San Juan la imagen de la Virgen de Lágrimas y Favores. El espectáculo continúa en la zona de la catedral con la cofradía de la Pollinica. Ya de noche se contemplan los tronos de la cofradía del Huerto en la Tribuna de los Pobres y el encierro de los cofrades del Prendimiento.

El Lunes Santo lo encabeza el traslado a sus tronos procesionales del Jesús Cautivo y la Virgen de la Trinidad tras la misa del alba frente a la iglesia de San Pablo. Son también vistosos en la parroquia de los Mártires los tronos de la cofradía de la Pasión. Por la tarde hace su salida el Señor de la Columna y la Virgen de la O, santos del pueblo gitano.

El tercer día tiene como principal enclave el barrio de la Victoria. De aquí salen las cofradías del Rocío y la del Rescate, que destaca por su  trono de virgen, el único en estilo gótico. Por la Plaza de la Merced desfila la hermandad de la Sentencia. Por la noche, la cofradía de Nueva Esperanza ante la catedral, la de las Penas en la calle San Agustín y la de la Humillación en la Alameda.

El Miércoles Santo tiene algo de esplendoroso. Desde el traslado del Cristo de Ánimas de Ciegos a hombros de caballeros paracaidistas, al desfile de la Congregación de Mena y el cortejo de las Cofradías Fusionadas en la Plaza de Félix Sáenz. Por la noche, la cofradía de la Paloma aparece soltando aves a su paso y se produce el emocionante encuentro de los tronos de la Sangre en la Tribuna de los Pobres, así como el desfile a medianoche de la cofradía de la Expiración.

El acto de amnistía es uno de los momentos más curiosos de la Semana Santa malagueña. La tradición se remonta al reinado de Carlos III. En la ceremonia se lee el edicto de libertad al recluso, que recibe la bendición de la figura y después acompaña a la procesión.

En Jueves Santo, los cuerpos de la Legión no faltan a su cita en el traslado del Cristo de la Buena Muerte a su trono procesional. Por la tarde salen los tronos de la Sagrada Cena y el de la Virgen de la Paz, así como el paso de la Congregación de Mena acompañada de nuevo por la Legión y la Armada.

El Viernes Santo es el día en que el luto toma forma en las procesiones más solemnes y silenciosas. Una fatigosa tarde espera, en la que habrá que seguir de cerca los pasos  de la cofradía del Descendimiento o el Vía Crucis del Santísimo Cristo Mutilado en la catedral.

En la noche del viernes, hermandades como las de la Virgen de la Piedad, del Monte Calvario o la del Cristo del Amor y la Virgen de la Caridad sacan a sus figuras. En la madrugada tiene lugar el cortejo del Santo Sepulcro y horas más tarde la muchedumbre acompañará a la Virgen de Servitas.

Ya en el Domingo de Resurrección la pena se levanta con la procesión del Resucitado, que cuenta con la participación de nazarenos de todas las hermandades, dando lugar a un interminable cortejo de color. Este paso entra en la Alameda Principal y culmina en la Iglesia de San Julián.

Fuente: Guía Repsol. Rutas, mapas, restaurantes … ¡Planifica con nosotros tu viaje!

loading...