Los cambios en el proyecto del Metro duplican su coste
La Junta y la consultora Typsa están revisando con lupa el sobrecoste para decidir qué se aprueba y qué no, reconocen fuentes de Obras Públicas. Sin embargo, no lo tienen tan fácil, pues los cambios más importantes al anteproyecto de la línea 1 son mejoras avaladas por la propia administración.
En ese caso está el cambio de método constructivo: en vez de tuneladora se usarán muros pantalla, excepto en el eje Alameda Principal-Parque (sugerido por un informe del experto madrileño Manuel Melis) y en el campus, donde irá en superficie.
También está la modificación encargada por la Junta a Javier Bustinduy, que corrigió defectos en el trazado para que ambas líneas lleguen juntas hasta Renfe (donde habrá una estación intermodal) y desde ahí se separen: una a Teatinos y otra al Carpena. Esto implicó que se eliminara una estación y que el Metro pase ahora por la calle La Unión y no por Los Tilos ante el riesgo de los edificios.
Esta serie de mejoras hacen pensar dos cosas: una, que el anteproyecto no preveía un Metro potente, como apuntan fuentes de Obras Públicas; otra, que se quiere atar todo en papel y evitar tropiezos en plena obra como está sucediendo en Sevilla.
Cuando una obra la hace un privado
A priori, los cambios reducen costes a la constructora al desechar la tuneladora (el método más caro) y una estación. Pero no es así cuando se trata de una concesión privada, que aprovecha cualquier cambio para subir costes: el precio que tenía hacer un kilómetro con tuneladora en el concurso no es el mismo tras adjudicarse, explican fuentes del sector. Sólo los metros de Málaga (excepto la línea 3) y Sevilla, que acumula un sobrecoste de 75 millones, se harán con esta fórmula. Ayer se supo que 18 empresas compiten por redactar la prolongación de la línea 1 al PTA.