Oriol Hernández: "Me sigue sorprendiendo un premio como el de autor revelación"

Oriol Hernández , dibujante de cómics y autor revelación en el Salón del Cómic de Barcelona 2013.
Oriol Hernández , dibujante de cómics y autor revelación en el Salón del Cómic  de Barcelona 2013.
H. FERNANDEZ
Oriol Hernández , dibujante de cómics y autor revelación en el Salón del Cómic de Barcelona 2013.

Dibujante de cómics y autor revelación en el Salón del Cómic  de Barcelona 2013, Oriol Hernández se halla enfrascado en su nueva obra, Les 3 fruits, con textos de un gran guionista belga, Zidrou (Benoît Drousie).

Oriol Hernández (1983) empieza cada viñeta por el color. Primero es el rojo, o el negro, quizás el amarillo, manchas en principio amorfas, crisoles primarios que acabarán convertidos en la nariz aguileña de un mafioso o en los ojos atónitos de un niño lector de horóscopos. El color es importante. Trasmite emoción. El color es estilo. Así nacen espadas medievales, esboza los cortes sangrantes de un samurái, dibuja pistolas humeantes empuñadas por criminales nostálgicos.

La personalidad cromática preside el trazo de este artista que fue autor revelación del Salón del Cómic de Barcelona 2013 por su obra La Piel del Oso, con guion del reconocido escritor belga Zidrou, y que le costó dos años de duro trabajo.

El cómic ha funcionado bien en el mercado francés, el gran mercado europeo, y ha cosechado premios en España, Francia, Bélgica y Japón. Una historia negra, teñida de recuerdos y anhelos, con el lento devenir de la guadaña del tiempo por trasfondo. Un viaje exitoso al hampa para una dibujante que por aquel entonces no había visto El Padrino.

"Tenía mucha presión. El problema fue cómo disfrutarlo, después de tanto soñar, al presentarse la oportunidad... es difícil", reconoce Oriol. "Pero estoy subsanando este defecto", añade. "Ahora lo disfruto".

Este dibujante se crió en la Escuela Joso de Barcelona (empezó a dibujar con 12 años), y allí nos recibe, en la nueva sede de la calle Entença. Tiene los brazos tatuados, y pide permiso para poder trabajar mientras habla con nosotros en una de las aulas en las que se puede cursar un grado en Cómic y Artes Visuales.

Está enfrascado en su nuevo proyecto, Les 3 fruits, cuyo guion también firma Zidrou, una fábula medieval sobre el miedo, la muerte, la ambición, y claro está, el diablo. Para llegar aquí tuvo que enfrentarse a las temidas cinco primeras páginas de su anterior trabajo.

"Son la muestra, no hay excusas, lo que enseñas al editor antes de continuar. No puede haber fallos, a los editores franceses no les importa tanto el dibujo, lo importante es saber narrar la historia", explica Oriol, quien recuerda que una vez un editor le recomendó que viera series televisivas de la cadena HBO para aprender sobre el pulso narrativo.

Asegura que en Francia se mima mucho el TBO. Oriol no sabe francés. Se comunica con el color. Había probado suerte durante mucho tiempo. Tres años de proyectos inconclusos, puertas cerradas. Pero fueron estas pruebas las que le llevaron a ponerse en contacto con Zidrou. Después, la lucha, la superación. El triunfo siempre es secundario. El triunfo es la puerta al segundo cómic que está preparando.

Mientras trabaja, se muestra tranquilo."Yo llevo currando muchos años, he hecho ilustración, muralismo, he trabajado en animación. Me sigue sorprendiendo por ello un premio como el de autor revelación", explica. Sabe que si ha llegado hasta aquí es porque tiene muy claro que la historia es la que manda. Sin guion no hay nada.

"En ocasiones es mejor hacer un peor dibujo pero que transmita una emoción concreta, el dibujo solo debe subrayar lo escrito", dice. Cada historia es diferente, los colores mutan. Ahora ha abandonado los cálidos del mediterráneo mafioso por la oscuridad inherente al derecho medieval. "El 25 de diciembre del año pasado empecé la primera página", dice con orgullo.

Le quedan una decena para que Les 3 fruits cobren vida. Lo publicará en Dargaud (la editorial de Astérix). Antes de terminar la entrevista nos habla de su exposición en el Salón del Cómic de Barcelona de este año. "Yo soñé con ese lugar. Hablaba con los autores, les enseñaba mis dibujos, y ahí proyectabas esa ilusión, esa fuerza que te decía ‘algún día mis dibujos se expondrán aquí’", concluye.

Nada impersonal

  • Francia. "Siempre tuve claro que era el mercado al que dirigirme. Es un lugar en el que un dibujante puede vivir con un sueldo digno. Un país donde personas de 70 o 60 años leen cómics con naturalidad, y en el que las calles llevan el nombre de dibujantes. En Francia existen los mecanismos para que alguien como yo pueda publicar".
  • Competitivo. "Muchos autores no consiguen pasar del primer cómic. Es un mundo muy competitivo, con gran cantidad de novedades, compites con gente que controla un montón. Es muy difícil que se fijen en ti. Yo tuve suerte de conocer a Zidrou y de que me dieran una oportunidad".
  • Kioscos. "Mi fascinación por los cómics viene de los kioscos. Recuerdo cuando era pequeño y los miraba ahí, era muy vistoso. Iba cada día a ver las novedades. Deberíamos reivindicar que regresen a ese lugar".
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