Cuarta noche de incidentes en Barcelona tras el desalojo y derribo del centro Can Vies

Los incidentes violentos han vuelto en la noche de este jueves al barrio de Sants en Barcelona, tras la marcha de protesta por el desalojo del centro okupa Can Vies el pasado día 26 y contra la actuación policial en los incidentes ocurridos en los tres últimos días en la capital catalana. Los incidentes se produjeron tras la cacerolada convocada en la plaza de Sants de Barcelona por la tarde y tras una marcha hacia la comisaría de los Mossos de Les Corts, donde se encuentran algunos de los detenidos durante las tres noches anteriores.

Pequeños grupos de manifestantes regresaron a la calle de Sants tras la cacerolada y la manifestación, donde aparecieron encapuchados que comenzaron a quemar contenedores y lanzar piedras contra la policía, que advirtió que iba a intervenir antes de comenzar las cargas con el lanzamiento de proyectiles de viscoelástica. Una sede del Banco Popular que fue incendiada y algunos manifestantes cruzaron enormes jardineras en la calle para impedir el acceso de la policía.

El acto de protesta comenzó hacia las nueve de la noche y participaron varios centenares de personas, en su mayoría jóvenes, con cacerolas y otros objetos para hacer ruido. En la concentración se exhibió una pancarta en la que se leía: "Libertad detenidos. Policía fuera del barrio". Además algunos de los asistentes a la concentración realizaron diferentes pintadas en paredes y cristaleras de entidades bancarias en las que puede leerse "No negociamos. Luchamos", o "Sants, Gamonal, Atenas, Río".

En ese momento, tan solo hicieron  acto de presencia algunos agentes de la Guardia Urbana que desviaron el tráfico en la carretera de Sants para evitar atascos.

De hecho, durante la marcha solo se ha podido ver alguna patrulla de los Mossos d'Esquadra, aunque alejada del lugar de la concentración.

Barcelona, y en concreto el barrio de Sants, ha sido escenario en las últimas tres noches de violentos enfrentamientos entre la policía autonómica y grupos de jóvenes encapuchados que han quemado contenedores, lanzado piedras y botellas y causado numerosos daños en el mobiliario urbano, entidades bancarias y sedes de partidos políticos.

Los Mossos d'Esquadra realizaron varias detenciones, aunque no han concretado el número, que se suman a las 38 que se practicaron desde el comienzo de los disturbios, que ya han comenzado a declarar ante el juez y, paulatinamente, quedan en libertad tras prestar declaración.

Entidades cívicas, partidos de la oposición y sindicatos han alzado su voz para reclamar diálogo entre el Ayuntamiento de Barcelona y los jóvenes okupas, una iniciativa que ha intentado propiciar este jueves el Centro Social de Sants-Asociación de Vecinos, aunque por ahora no hay resultados concretos.

Prácticamente al mismo tiempo que comenzaba la cuarta noche de incidentes, el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, afirmaba en un programa de TV3 que estaba dispuesto a detener la demolición de Can Vies, un inmueble que estaba okupado desde 1997 y que funcionaba como centro social autogestionado, si ésta era una condición para reanudar las negociaciones y para el cese de la violencia.

El Centro Social de Sants y la Federación de Asociaciones de Vecinos han presentado a Can Vies y al Ayuntamiento de Barcelona una propuesta para abrir las vías de diálogo encaminadas a solucionar la situación actual.

La propuesta consta de cuatro puntos: Detener inmediatamente la demolición del inmueble de Can Vies, permitir el regreso al mismo de los colectivos de usuarios, estudiar conjuntamente con técnicos de ambas partes la rehabilitación del edificio y detener los disturbios y la presencia masiva de policía en el barrio.

Los jóvenes que okupaban Can Vies han anunciado que este viernes ofrecerán una rueda de prensa para anunciar su postura respecto a estas propuestas y al anuncio que ha hecho el alcalde barcelonés.