El Retiro y el Prado inician su camino para convertirse en Patrimonio Mundial de la Unesco

El Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid han iniciado los trámites para solicitar la declaración del entorno del Retiro y el Paseo del Prado como Patrimonio Mundial de la Unesco. La candidatura abarca un área de 203 hectáreas en pleno centro monumental de la capital, que incluye (además del parque y del paseo) 23 monumentos y jardines. Entre ellos están la Puerta de Alcalá, el Museo del Prado, el Palacio de Cibeles, la iglesia de los Jerónimos, el Palacio de la Bolsa, el Jardín Botánico, la Academia de la Lengua o el Casón del Buen Retiro. El Consistorio espera que la declaración ayude a promover la imagen de Madrid en el exterior y que sirva de reclamo turístico.

Las administraciones madrileñas han enviado ya la solicitud al Ministerio de Cultura. A partir de ahora, el Consejo Nacional de Patrimonio deberá decidir en el plazo de un año si incluye el Sitio del Retiro y el Prado en la llamada Lista Indicativa, una relación con los monumentos, paisajes y ciudades españolas candidatas a ser reconocidas como Patrimonio Mundial. En caso de que el Consejo acepte la solicitud, se presentará el proyecto de forma oficial ante la Unesco, que deberá valorar si le concede esta categoría, reconocida como la máxima figura de protección cultural a nivel mundial.

Llegados a ese punto, el Comité de Patrimonio de la Unesco evaluará los méritos del Prado y el Retiro antes de decidir si se inscribe en la selecta lista (en todo el mundo hay alrededor de mil iconos reconocidos como Patrimonio Mundial). El proyecto municipal vende el área como un "paisaje urbano que ha mantenido su singular unidad de conjunto y armonía durante siglos" y cree que merece estar dentro de la lista mundial "por su carácter monumental e histórico" y por ser "escenario esencial en la cultura universal del Siglo de Oro español".

El proyecto entra dentro de los planes del Ayuntamiento para mejorar la promoción de Madrid, promover la marca Madrid en el exterior y servir de reclamo turístico. Además, se reconocería al área con la mayor figura mundial de protección cultural. "Si nuestra propuesta es aceptada contribuiremos a la mejor conservación del patrimonio incluido en este sitio, a la concienciación ciudadana de su importancia histórica y cultural, y a su puesta en valor ante la comunidad internacional", ha explicado la alcaldesa Ana Botella durante la presentación de la candidatura.

Aunque a día de hoy, el espacio del Retiro y el Prado presenta muestras de deterioro que podrían entorpecer sus opciones de ser Patrimonio de la Humanidad. La falta de inversión en mantenimiento durante años ha provocado el resquebrajamiento del pavimento en el Paseo del Prado, con baldosas levantadas y aspecto de abandono a lo largo de todo el bulevar. Además, el Ayuntamiento mantiene paralizado un plan de remodelación del Eje Prado-Recoletos que se remonta a 2005. Ese año lanzó un proyecto para incrementar el área peatonal del paseo y reducir el tráfico, pero se acabó desechando porque supondría la tala de árboles centenarios. Años después volvió a retomarse el plan, pero la crisis y la oposición de la Comunidad volvieron a frenar el proyecto. Ahora, la única reforma prevista consistirá en el arreglo de las aceras del paseo, en el que el Ayuntamiento prevé invertir 3,3 millones de euros.

Por su parte, el Retiro también atraviesa una época delicada. El parque ha perdido gran parte de su masa arbórea en los últimos años, "debido al riego con agua mal reciclada, a deficiencias en la poda y a diversas enfermedades producidas por infecciones de hongos", según han denunciado los jardineros municipales. La mala conservación ha afectado incluso al árbol más común del parque (el castaño de indias), cuya población se ha reducido en cientos de ejemplares en la última década. Los jardineros también creen que esta falta de mantenimiento provocó la caída de la rama que mató a un hombre hace dos semanas en el parque. Por contra, el Ayuntamiento sostiene que al Retiro "no le faltan cuidados".

Si finalmente se le concede, el Sitio del Retiro y el Prado sería el primer Patrimonio Mundial de la capital. En cambio, en el resto de la región ya existen tres puntos declarados: la Universidad y Recinto Histórico de Alcalá de Henares, el Monasterio del Escorial y el Paisaje Cultural de Aranjuez. El área que ahora se presenta a la Unesco tiene su origen en el reinado de los Reyes Católicos, con la creación de la orden e iglesia de los Jerónimos. Alrededor de este templo, Felipe IV ordenó construir el Palacio del Buen Retiro, llamado así porque allí era donde se retiraba el rey en la Semana Santa y en las épocas de luto. Carlos III embelleció la zona con la construcción del actual Museo del Prado, del Jardín Botánico y del Observatorio Astronómico. Finalmente los jardines acabaron abriéndose al público durante el reinado de Isabel II. El palacio acabó desapareciendo bajo el entramado de calles actual, con el ensanche del Plan Castro en el siglo XIX.