La Fundación Biodiversidad quiere que los chiringuitos cuiden del litoral español

El pasado 15 de septiembre se cerró el plazo del concurso de la III edición de Premios de Chiringuitos Responsables, una idea para incentivar la sostenibilidad de las playas y del litoral español.

Los Premios Chiringuitos Responsables están dirigidos a todos los establecimientos hosteleros a pie de playa que presenten actuaciones que hayan desarrollado o desarrollen para mejorar la relación con el entorno y la biodiversidad.

La iniciativa consiste en implicar a los chiringuitos  para que cumplan con un Decálogo de Buenas Prácticas, principalmente en materia medioambiental, aunque también hay incluidas cuestiones relacionadas con el fomento de la economía local o recursos humanos.

Desde sus inicios, el certamen ha logrado una amplia participación por parte de los establecimientos hosteleros de playa. En las dos primeras ediciones, se presentaron 140 propuestas, de las cuales 13 fueron seleccionadas. En la segunda edición, que tuvo lugar en 2013, un total de 573 chiringuitos se adhirieron al Decálogo de Buenas Prácticas Ambientales y 83 chiringuitos participaron en los Premios.

Su impulsor es la Fundación Biodiversidad, que depende del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, desarrolla proyectos para mejorar el estado de conservación de los espacios naturales, las especies y los ecosistemas e impulsar su conocimiento mediante actuaciones de investigación, formación, sensibilización y comunicación ambiental.

Ignacio Torres es el subdirector técnico de la Fundación Biodiversidad, uno de los responsables del programa, destaca qué es lo que tiene que tener un chiringuito responsable: "Entre otras muchas cuestiones tiene que hacer separación de residuos, un uso responsable del agua, de la energía, que intenten hacer un consumo de productos locales. Además de otras iniciativas como por ejemplo promover la limpieza de la playa.

Algunos proyectos que se han presentado abordan que se evite la recogida de posidonia oceánica, esas 'algas' que no nos gustan en la orilla o que pongan limitadores al sonido".

Respecto a los clientes, también hay mucho que estos establecimientos pueden hacer: "Con los clientes un chiringuito responsable promueve la recogida de colillas, que son muy contaminantes, también puede especificar con carteles la recogida de residuos para que todo el mundo sepa dónde meter el plástico del polo que te has tomado o el botellín", explica Torres.

Y también con los empleados y los proveedores hay numerosa medidas que favorecen el medioambiente. Por ejemplo, Torres cuenta que "pueden dar cursos de sensibilización ambiental, no solo de cómo se maneja la freidora, sino qué se hace con ese aceite, poner aparcamientos para promover que los empleados se acerquen al chiringuito en bici mejor que en coche o promover el empleo local posible, para evitar la contaminación del transporte. Y cuida que le envíen productos con un mínimo envasado, cuanto menos plástico mejor, y que sean productos de la zona, que no vengan desde China".

En esta tercera edición la dotación económica de los premios asciende a un total de 7.000 euros. El primer premio está fijado en 3.000 euros, el segundo premio en 2.500 euros y la dotación del tercer premio asciende a 1.500 euros.