Miles de personas participaron en la manifestación, que según los organizadores aglutinó a unas 30.000, pero que los responsables de Policía Municipal presentes en la marcha no quisieron cuantificar, en tanto que la Delegación del Gobierno de Madrid no facilitó cifras.

A pesar de que el recorrido inicial anunciado era entre la plaza de Neptuno y la calle de Sevilla, se adelantó el comienzo a la plaza de Cibeles.

Minutos antes de comenzar la marcha, que se desarrolló sin incidentes y con el lema Por la igualdad. Empleo de calidad, los secretarios generales de CCOO y de UGT, José María Fidalgo y Cándido Méndez, expresaban su solidaridad con los trabajadores de la multinacional de componentes de automoción Delphi en Cádiz.

En apoyo de Delphi

"Hoy todos estamos caminando con ellos", aseguraba Fidalgo, mientras que Méndez pedía medidas que eviten su cierre.

Una delegación de unos cincuenta trabajadores de Delphi iba en la mitad de la manifestación exhibiendo una pancarta en la que se leía: "Puerto Real en apoyo de los trabajadores de Delphi. Delphi no se cierra".

Preguntados por qué no iban situados en la cabecera de la marcha, respondieron que no habían avisado de su participación, pero que es necesario que se les oiga en "Madrid, en Barcelona y en Bilbao".

Los que sí que iban detrás de la pancarta que abría la manifestación, eran el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, y la candidata de esta formación a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Inés Sabanés, así como el del PSOE, Rafael Simancas, y a la alcaldía, Miguel Sebastián.

Entre los gritos que se escucharon destacaron "no hay dos sin tres, República otra vez" y "dónde están no se ven a los pijos del PP", que corearon las Juventudes Socialistas de España; y lemas a favor de la industria y el empleo de calidad en Madrid.

Telemadrid, 11-M, Irak, M-30…

Entre las pancartas que se exhibían estaban las de los médicos interinos de la Comunidad de Madrid, de la federación de jubilados y pensionistas de CCOO reclamando la aplicación ya de la Ley de Dependencia, contrarias a la manipulación informativa en Telemadrid y de víctimas del 11 de marzo -pedían que "paguen los terroristas y los que nos llevaron a la guerra de Irak"-.

Además, otras hacían referencia a conflictos en empresas radicadas en Madrid, a la defensa de los servicios públicos, a la no "precarización" en la ayuda a domicilio y la jubilación anticipada a los 60 años para los trabajadores de la construcción.

También se criticaron las obras de la M-30, en una pancarta se decía "con su obra Gallardón (el alcalde de Madrid) al cielo envía al peón" y se denunciaba que el coste de esta infraestructura se ha elevado a 6.000 millones de euros, dos mil más que "el Canal de Panamá".

Al respecto, Rafael Simancas y Miguel Sebastián se comprometieron a cambiar los "desequilibrios" que existen y a poner en marcha gobiernos involucrados en "la creación de empleos, la igualdad entre mujeres y hombres y en la seguridad en el trabajo".

En el plano nacional, Gaspar Llamazares pidió al Ejecutivo central que también reoriente el modelo económico actual, para que se dé prioridad al empleo de calidad, la "redistribución justa" de la riqueza y a un desarrollo "sostenible" desde el punto de vista ecológico.

En Madrid, además de la manifestación conjunta de UGT y CCOO, también se celebraron las de CNT y USO, sin incidentes y con escasa participación.

En la de CNT se animó a los trabajadores a denunciar las condiciones laborales existentes y en la de USO se reclamó un nuevo modelo de concertación que garantice el empleo decente.