Granada

Cuatro casos más de abusos según la investigación en la Archidiócesis de Granada

Imagen de archivo de un sacerdote.
EFE / ARCHIVO

La investigación sobre presuntos abusos sexuales a menores en la Archidiócesis de Granada, iniciada a raíz de la denuncia que un joven planteó al papa Francisco, habría destapado hasta cuatro casos más de abusos en la sede eclesiástica, según adelantaba la Cadena Ser, que cita a fuentes eclesiásticas.

La investigación judicial se centra en 12 personas (diez religiosos y dos seglares) que al parecer formaban el llamado clan de los Romanones, cuyo epicentro estaba situado en la parroquia San Juan María Vianney, en el barrio del Zaidín de Granada y que ya tendría cinco expedientes abiertos.

La investigación sigue en marcha y no se descarta que surjan nuevos casos, de los que hasta el momento sólo ha trascendido la identidad como víctima del joven que formuló la denuncia inicial frente al papa y por la que el sumo pontífice le pidió perdón al menos en dos ocasiones. El joven, que en la actualidad tiene 24 años, dice haber sido víctima de abusos sexuales durante varios años, aproximadamente desde los 13 o los 14 y hasta la mayoría de edad.

Después de que este jueves el exobispo de Segovia, Ángel Rubio, afirmara que el tema no había sido tratado aún en la reunión de la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal (CEE), el portavoz de la misma, José María Gil Tamayo, ha explicado este viernes que tuvieron conocimiento del supuesto caso de abusos sexuales al menor de Granada a través de los medios de comunicación.

"Tolerancia cero"

Gil Tamayo ha pedido perdón "a las posibles víctimas". En la rueda de prensa posterior a la reunión de la Asamblea Plenaria ha expresado el dolor, el pesar y la repulsa de la Iglesia española ante los "supuesto delitos" denunciados, que son una ofensa a la dignidad de las víctimas, a Dios y un daño a la Iglesia y a la sociedad.

Gil Tamayo ha pedido "tolerancia cero" contra este tipo de delitos y ha defendido la actuación del arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, que ha apartado cautelarmente de sus funciones a los tres sacerdotes implicados directamente en los hechos siguiendo la doctrina de la Iglesia.

"Las víctimas son lo primero", ha subrayado, tras pedir "ejemplaridad" en el seno de la Iglesia para que este tipo de comportamientos sean erradicados: "No caben unos comportamientos que atañen a quienes nos han sido confiados, especialmente los más indefensos, como los niños y los jóvenes".

La denuncia fue interpuesta por la supuesta víctima el pasado mes de octubre ante la Fiscalía Superior de Andalucía, después de que el denunciante recibiera en agosto una llamada telefónica del papa Francisco, que le pidió perdón en nombre de la Iglesia tras leer el escrito que, dirigido "directamente" a él, le remitió relatando los hechos.

loading...