![Un retrato de la bella actriz y el cartel de su última película](https://imagenes.20minutos.es/files/image_640_360/uploads/imagenes/2007/05/06/591049a.jpg)
Concepción Andrés Picado, conocida como Conchita Montenegro, falleció el pasado 26 de abril, a la edad de 96 años, a consecuencia de los males propios de su edad.
Protagonizó un desnudo integral que dejo boquiabierto a más de uno, en la producción francesa La femme et le pantin (La mujer y el pelele) dirigida por Jacques de Baroncelli e inspirada en la novela de Pierre Louys.Nació en San Sebastián en 1912 en el seno de una familia con intereses artísticos. Abandonó su ciudad natal a los diez años para
Siendo aún adolescente se marchó a París para asistir a clases de danza y arte dramático que recibió en la Escuela del Teatro de la Ópera.
A su regreso a España formó un dúo de baile con su hermana Juanita, al que llamaron “Las Dresnas de Montenegro”, triunfaron en las principales capitales europeas.
La sensualidad y la fascinante belleza de Conchita la llevó pronto al cine. Rodó su primera película en 1927, “La muñeca rota”, dirigida por Reinhardt Blotner.
Después llegarían otras producciones como “Rosa de Madrid” (1927) de Eusebio Fernández Ardavín y Sortilegio (1927), de Agustín Figueroa.
Conquistando las américas
Pronto las cualidades y el físico de la actriz serían reconocidas al otro lado del charco, los ejecutivos de la firma Metro-Goldwyn-Mayer , le encontraron un sitio en la corte de Hollywood.
Fue en este momento donde comenzó su ascenso hacia el cielo con películas cómo “¡De frente, marchen!”, “Su última noche”.
El doblaje aún no existía por lo que su trabajo consistía en rodar en español, junto con otros actores de renombre, versiones de los éxitos del momento, destinadas a las salas de exhibición de España y Iberoamérica.
Después fue contratada por la Fox Film Corporation con quién siguió rodando películas en español: ¡Asegure a su mujer! (1934) de Lewis Seiler; La melodía prohibida (1933), de Frank Strayer.
Una de las anécdotas más curiosas de su aventura hollywoodiense, fue cuando se negó a besar a Clark Gable, su negativa y el gesto de repulsión que adoptó, gusto mucho. Lionel Barrymore, experto en el mundo del cine afirmó: “Esta chiquilla dará mucho juego”.
Un talento tan asombroso no podía quedar limitado al mercado hispanohablante por lo que los productores decidieron mostrar sus cualidades en inglés, lengua que la joven dominaba ya con soltura.
De nuevo en casa
Su experiencia americana le dio paso abrirse al mercado Italiano y al francés con el que ya había trabajado, con títulos como La vie parisienne, 1935, de Robert Siodmak o Amore di ussaro, 1940), de Luís Marquina. Regresó a España tras finalizar la Guerra Civil, después de trece años en el extranjero.
Volvió como la estrella internacional que era, nada tenía que envidiar a divas de la talla de Greta Garbo. Su fama la llevó a protagonizar un par de nuevas producciones.
Su último título fue Lola Montes dirigida por Antonio Román (1944). Se caso con el diplomático Ricardo Jiménez Arnau, y se apartó del cine negándose a conceder cualquier entrevista y huyendo de los homenajes que le ofrecieron.
A pesar de ser una de las mayores artistas internacionales que ha tenido España, falleció sin que ningún medio se hiciera eco de la noticia, sin un homenaje merecido.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios