Madrid

Una mujer trabajadora con ganas de gobernar Madrid

La candidata de IU a la Comunidad, Inés Sabanés (Cubells, Lérida,
1953), no necesita desnudarse en 'Interviu' ni ponerse un casco, como dijo un portavoz sindical, para que todo el que la conozca sepa que es una
mujer trabajadora y con una "disposición tremenda" para volcar sus esfuerzos en la política madrileña.

Sabanés es la debutante como cabeza de lista en los comicios autonómicos frente a Esperanza Aguirre (PP) y a Rafael Simancas (PSOE) que ya se enfrentaron en 2003 por la presidencia regional.

En los últimos ocho años, ha sido la responsable del grupo municipal de IU en el Ayuntamiento de Madrid, donde se ha caracterizado por ejercer una oposición incansable, dura y sin concesiones, y por defender hasta la saciedad el espacio político de su formación en la capital.

Sensatez y timidez

"Cercanía, fiabilidad y sensatez" por hacer de Madrid una ciudad "más justa en lo social" es lo que define su trabajo durante las dos últimas legislaturas.

Su presencia en una de las decenas de protestas en las que ha acompañado a los madrileños en los últimos años le valió incluso una denuncia del inspector jefe de Policía Municipal, José Luis Morcillo.

Sabanés es, sin embargo, una mujer modesta y tímida, que no convence en la primera impresión sino cuando se la conoce en el día a día, que elude con premeditación las confrontaciones políticas duras y la descalificación, y prefiere, como la jugadora de balonmano atlética que fue, "el juego limpio".

Trayectoria municipal

Reconoce que le hubiera gustado seguir en el Ayuntamiento de Madrid, pero como "políticamente no era posible" (no contaba con el apoyo del 60 por ciento de la Ejecutiva regional, mayoría que sí tuvo Pérez), quiere "aprovechar el enorme aprendizaje" en el Consistorio para seguir defendiendo los intereses de los madrileños al frente de la Comunidad de Madrid.

Del Ayuntamiento dice que se despide "con nostalgia y con satisfacción" y que le da "igual" enfrentarse a Alberto Ruiz-Gallardón que a Esperanza Aguirre porque ambos representan "el mismo proyecto insostenible".

Su programa para la Comunidad es, en sus propias palabras, el de un Gobierno "alternativo, radicalmente democrático, ético y libre de sospecha", que tenga como prioridad "las necesidades de las personas y no los intereses de unos pocos".

Entre sus 50 propuestas "para el cambio" está la de regular por ley la participación ciudadana para que los madrileños puedan votar si están o no de acuerdo con cualquier proyecto de envergadura antes de que sea ejecutado

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