Por el Canal de Castilla: navegando por tierras palentinas

Castilla quiso llegar al mar Cantábrico, pero cuando andaba el camino llegó el tren y el sueño se acabó sin haber alcanzado los Picos de Europa. En cualquier caso, el Canal de Castilla es una de las mayores obras de ingeniería civil de los siglos XVIII y XIX en España.

Se trata de una red fluvial artificial compuesta por cuatro canales que suman un total de 207 kilómetros a lo largo de las provincias de Palencia, Burgos y Valladolid. El ambicioso proyecto intentaba comunicar las tierras castellanas con los puertos del Norte y transportar así lana y cereal.

Hoy, cuatro barcos surcan diferentes ramales del Canal en cada una de sus provincias: dos en Palencia, el Marqués de la Ensenada –que zarpa de Herrera de Pisuerga– y el Juan de Homar –que hace lo propio en Villaumbrales–; uno en Burgos, el San Carlos de Abánades, con origen en Melgar de Fernamental; y uno en Valladolid, el Antonio de Ulloa desde Medina de Rioseco.

Esta vez nos quedamos en Palencia. La dársena que daba acceso al canal a la ciudad se encuentra a pocos pasos del Puente Mayor. Y en uno de sus edificios, además, se encuentra el Museo del Agua. A 17 kilómetros está la localidad de Dueñas, donde se encuentra la esclusa 38 del canal. Podemos pasear por sus calles, declaradas Conjunto Histórico, visitar su arquitectura religiosa o la Casa de Napoleón, donde se alojó José I.

Siguiendo el curso del Canal de Castilla llegaremos a Frómista (a 40 kilómetros de Palencia), con uno de los mayores saltos de agua del canal. En esta localidad podemos contemplar una de las joyas del románico en España. La iglesia de San Martín de Tours, del siglo XI, está considerada como uno de los principales prototipos de románico europeo.

Y si seguimos, Alar del Rey (a 80 kilómetros de Palencia). Es el auténtico kilómetro cero del Canal de Castilla, donde conecta con el Pisuerga.

Fuente: Guía Repsol. Rutas, mapas, restaurantes … ¡Planifica con nosotros tu viaje!