La cantante Gwen Stefani consiguió esta semana una orden de alejamiento de un fan, concretamente Richard Portnoy, quien amenazó con suicidarse tras ver unas imágenes en las que la cantante se tropezaba en la calle.
Según el portal TMZ, Portnoy aseguró que no podía seguir viviendo si le pasaba algo a Gwen Stefani.
Este fan se presentó con regalos en casa de Stefani en la que vive con su marido Gavin Rossdale y sus tres hijos. Entre ellos incluía cartas explicándole su preocupación por su "infelicidad".
Como consecuencia, la cantante pidió una orden de alejamiento por la que Portnoy no podrá contactar con ella ni su familia durante tres años, situándose a un mínimo de 90 metros.
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