Woody trabaja y Soon Yi pasea y va decompras
El grupo, que no llevaba escoltas, entró en la heladería El born minyó, frente a la iglesia de Santa María del Mar. Vanos fueron los esfuerzos por lograr una frase suya. Mientras se comía un helado se limitó a repetir dos veces un tajante: «I don’t give interviews» (no concedo entrevistas).
Tras pasar por delante del Museo Picasso, donde ningún turista la reconoció, Soon Yi y la pequeña comitiva esperaron a la sombra de un toldo de la calle Princesa a la furgoneta con cristales tintados que fue a recogerlos.
Un instante que fue posible retratar gracias al propietario indio de una tienda de souvenirs que nos dejó su cámara para hacer de paparazzi.
«Barcelona es muy hermosa»
Discreto y parco en palabras. Tras visitar media ciudad, desde el monumento a Colón, el Maremagnum, el Club Marítim o la Barceloneta, hasta Pla de Palau, las calles Montcada, Princesa y Sombrerers, Woody Allen sólo llegó a decir: «Barcelona es muy hermosa». Acompañado por el cineasta Javier Aguirresarobe comió en un restaurante de La Rambla.