Madrid

Nuevo caso de acoso en el IES Jaén de Madrid: "A ver quién se va a suicidar ahora"

Tres niños camino al colegio.
GTRES

Arancha, una joven de 16 años, se quitó la vida el pasado 25 de mayo cuando se arrojó al vacío por el hueco de la escalera desde la sexta planta de su edificio.

La adolescente, que sufría una pequeña discapacidad, se suicidó tras haber sido víctima de acoso escolar en el instituto Ciudad de Jaén, en el barrio madrileño de Usera. La joven había escrito a sus amigos por WhatsApp diciéndoles que "estaba harta de vivir".

Arancha no fue la única adolescente de ese centro escolar que intentó quitarse la vida ese mismo día, tal y como publica El Mundo este miércoles. Victoria, de 13 años y amiga del acosador de Arancha —que fue detenido aquel 25 de mayo para más tarde quedar en libertad—, también pensó en suicidarse, después de que alumnos y compañeros de la joven fallecida comenzaran a acosarla a través de las redes sociales, como Facebook, Instagram, Twitter e incluso por WhatsApp.

"Si te veo te doy un palizón por puta, aunque seas una niña". "Me cago en tu puta madre, el lunes te vas a cagar, gorda de mierda". "A ver quién se va a suicidar ahora. Me voy a cagar en tus muertos pisoteados, ya verás", fueron sólo algunos de los mensajes amenazantes que recibió la joven que cursa 1º de la ESO horas después del terrible suceso.

Sumida en la más absoluta desesperación, Victoria decidió llamar a su madre para despedirse. "Mamá, no aguanto más. Voy a suicidarme". La madre, que estaba trabajando en Sol, se puso en contacto con una sobrina para que acudiera rápidamente a la casa a tranquilizar a la pequeña. Gracias a ella, según relata el mismo diario, la adolescente no consumó el suicidio.

La pesadilla de Victoria, sin embargo, no hizo más que empezar. Cambió de colegio y el director del nuevo centro advirtió a los padres de que no volvieran por allí. "Van a ir a por vosotros", les explicó.

Desde entonces, la joven no sólo sufre acoso a través de las redes sociales. La situación ha llegado al extremo de que no puede salir de casa porque los compañeros de instituto y algunos progenitores de los mismos han hecho escraches frente a la puerta de su edificio.

Muchos de los mensajes que recibe, sorprendentemente, son de padres, contra los que sí se pueden tomar medidas legales. Hasta el momento, sólo una persona ha pedido perdón a la joven madrileña.

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