Valencia

Canal Nou sigue costando un millón de euros al mes a los valencianos pese a estar cerrada

Trabajadores de RTVV protestan en directo por el cierre de Canal Nou.
RTVV

Los tres liquidadores de Radiotelevisión Valenciana (RTVV) --Francisco Gómez, Agustín Arenas e Ignacio Baixauli-- han destacado este miércoles que mantener este ente, con el pago de los gastos de mantenimiento y haciendo frente a compromisos adquiridos, cuesta un millón de euros al mes, pese a que están a punto de cumplirse dos años de su cierre.

Asimismo, han indicado que en el proceso de liquidación que llevan a cabo "cada día" se presentan "problemas" que han de abordar y han reclamado personal para poder afrontarlo. Han resaltado que una de las cosas que han de solucionar y tener en cuenta es que el edificio de RTVV en Burjassot (Valencia) no está inscrito en el registro de la propiedad aunque la sociedad lo aportó como capital.

Estos liquidadores, nombrados el pasado mes de julio, se han pronunciado de este modo en la rueda de prensa que han ofrecido tras la firma del acuerdo entre RTVV y Mediapro para poner fin a los litigios que tenían pendientes por los derechos del fútbol y la de la Fórmula 1, un acuerdo extrajudicial por el que ponen fin a la quincena de litigios judiciales entre ambos con una compensación mutua de 27 millones de euros y el compromiso de desistir de los procesos en curso y renunciar a futuras acciones.

Los administradores han explicado que entre los gastos a los que se ha de hacer frente hasta que se logre la extinción del ente se encuentran los correspondientes a mantenimiento, seguridad, limpieza y otros suministros, así como los referidos a Servicio Valenciano de Empleo, Seguridad Social y los compromisos con proveedores.

Los técnicos, que han señalado que se prevé en 2016 liquidar la deuda con las productoras, no han querido dar una cifra exacta de deuda de RTVV pero han comentado que a partir de agosto se reducirán los gastos a la mitad. Del mismo, han comentado que el ente sigue recibiendo demandas y que tiene señalamientos de pleitos pendientes hasta 2017.

Preguntados por si es posible liquidar un ente como éste, han indicado que se está trabajando en este proceso y que "se puede liquidar, naturalmente, como todas las empresas", aunque "hay más o menos dificultades" que pueden hacer que se necesite más tiempo para lograrla. Sobre el tiempo que puede durar la liquidación, han aseverado que "durará el tiempo que dure" y que ésta no es una cuestión que dependa de ellos "sino de que acaben todos los pleitos". "Todos los días recibimos demanda", han resaltado.

Un proceso "tortuoso"

En este punto, respecto a los problemas más destacados que se están encontrando en su labor, han comentado que el proceso está siendo "tortuoso". Así, han lamentado la falta de personal y han estimado necesario contar con personas "para seguir la liquidación". "Llegamos con la casa cerrada, sin un solo trabajador", han apuntado, al tiempo que han reiterado que "problemas" hay "todos los días".

Los liquidadores han censurado, igualmente, no haber tenido "la información que hubiéramos deseado del anterior equipo de liquidadores, cesados días antes de llegar" ellos y han asegurado "no estar satisfechos con la información" que han recibido. De este modo, han afirmado que a la "ausencia total de persona" se ha sumado "el bloqueo informativo".

"No accedimos a la contabilidad y a datos hasta hace poco tiempo. No hemos tenido la ayuda que necesita una empresa así, de estos números. Estamos muy solos", han criticado. En esta línea, han opinado que la "decisión" tomada por los responsables políticos para extinguir el ente se adoptó desde "una posición inaceptable desde el punto de vista empresarial" porque "no hubo previsión de los recursos humanos necesarios" hasta tener la entidad "liquidada totalmente".

Preguntados por las razones de esas dificultades, los técnicos han manifestado que se deben a "decisiones políticas" adoptadas "en su día sobre la liquidación". "Necesitamos prever qué recursos humanos tenemos hasta el fin del proceso. Nos nombraron el 7 de julio, aquí llegamos el 14 de julio y nos encontramos con cero personal. Desde el punto de vista empresarial no se entiende la situación. Seguimos con cero trabajadores, lo hemos hecho todo nosotros", han insistido.

A este respecto, han agregado que a los "problemas" de "tipo legal", las demandadas de productoras, "los derivados del ERE, con la reincorporación" de los trabajadores, que "piden sus derechos", y a otras cuestiones, se han sumado los de acceso a documentos y archivos.

"Los hemos desbloqueado nosotros mismos con la ayuda de técnicos, de técnicos informáticos de telefónica y de algunos extrabajadores", han comentado, además de advertir de la "pérdida de tiempo" en la "solución de problemas básicos". "Estamos abordando los problemas que se presentan día a día", han insistido, a la vez que han considerado que "cerrar una empresa de un día para otro supone incumplir contratos y pleitos".

Seguir mientras se reabre

Por su parte, el secretario autonómico de Comunicación, José María Vidal, que ha comparecido en la rueda de prensa tras la firma del acuerdo con Mediapro, ha explicado que el procedo de liquidación puede seguir sin problema mientras se lleva a cabo el de reapertura de la radiotelevisión pública valenciana porque ambos son "compatibles".

Así, Vidal ha indicado que en la liquidación de la antigua RTVV trabajan los liquidadores elegidos y que en la creación de un nuevo ente se trabaja en las Corts para redactar una nueva ley.

Preguntado por la posibilidad de nuevas emisiones, ha explicado que estas "requieren una ley que derogue la anterior". "Está en las Corts y se contempla que en el plazo de dos meses haya un informe sobre si interesa o no hacer emisiones provisionales. Lo que se diga en la ley es lo que habrá que seguir", ha comentado.

Un edificio "fantasma"

A punto de cumplirse dos años del abrupto apagón de Radiotelevisión Valenciana, las puertas de su edificio central, en Burjassot (Valencia), se han abierto este miércoles a los medios de comunicación, que han podido recorrer unas instalaciones "fantasma", en las que el tiempo parece haberse congelado.

El estudio 3, donde se grababan los informativos y el escenario central de la larga noche en la que RTVV retransmitió en directo la agonía de su cierre, permanece tal cual se dejó tras el apagón ejecutado a las 12:19 horas del 29 de noviembre de 2013: los micrófonos de corbata quedaron sobre la mesa, y allí siguen, igual que las ocho sillas donde se sentaron periodistas e invitados.

Otra imagen icónica del cierre fue la del control central técnico, frente al cual se vieron las últimas imágenes de Canal 9 en sus 24 años de existencia, en las que un periodista preguntaba "qué está pasando" mientras los trabajadores coreaban en el pasillo "esto es un golpe de estado" segundos antes del fundido en negro.La puerta de ese control que da al pasillo está precintada y tiene un candado puesto, si bien ante ella ya no están las vallas ni los policías que al principio impedían el acceso, mientras que en la sala de aparatos algunos de ellos permanecen encendidos, porque sirven para dar señal a dos televisiones.

En el estudio 1, el más grande de RTVV, continúa montado el croma y el último decorado que se utilizó, el del programa de deportes del fin de semana, y siguen colgados los focos, igual que junto a la sala de realización se pueden ver en los corchos los turnos de los trabajadores de aquel entonces.

loading...