Efectos peligrosos de los medicamentos en la conducción

Los medicamentos pueden provocar somnolencia mientras se conduce.

Los prospectos de los medicamentos siempre advierten de los efectos que pueden tener en personas que conducen o manejan maquinaria peligrosa pero, además, hay medicamentos que incluyen en el exterior del cartonaje un pictograma de peligro (un triángulo rojo con un coche dentro) que advierte de forma expresa por el peligro que suponen para los conductores –aquí puedes consultar el listado de medicamentos peligrosos para la conducción-. Suelen llevarlo sobre todo antihistamínicos y antidepresivos, aunque debes saber que un simple analgésico que tomes para un dolor de cabeza puede provocar sueño, euforia y mareo.

Si tomas medicamentos, es muy importante que te asegures de que no te van a afectar a la conducción. Visión borrosa, mareos y vértigos o reducción de la capacidad de atención y respuesta son algunos de los efectos que algunos medicamentos, como los antihistamínicos, pueden tener en nuestro organismo. ¿Te imaginas que vas conduciendo y sufres alguno? El resultado puede ser mortal, y es que muchos medicamentos influyen de forma muy negativa a la hora de circular. Y si eres conductor profesional, o realizas alguna actividad que requiera de gran concentración, debes extremar la precaución aún más.

Hay medicamentos que provocan efectos secundarios, según los componentes o incluso el estado del paciente. Lo más común es que la ingesta de un medicamento nos provoque alguna reacción, llegando a producir sedación, somnolencia, falta de atención y de reflejos… pero también puede tener efectos oculares, como visión borrosa y problemas para enfocar y alteraciones en el oído como zumbidos, vértigos y mareos. Todos ellos incompatibles con la tarea de conducir. Según los datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), el 30% de los conductores toma algún medicamento y entorno al 10% de los conductores fallecidos habría tomado psicofármacos.

¿Y qué enfermedades influyen más en la conducción? Principalmente el alzheimer -por la alteración de la memoria y de la orientación-, la apnea del sueño –porque provoca somnolencia diurna, cansancio y falta de atención- y la depresión –por la falta de atención, ansiedad, alteraciones del sueño y dificultad en tomar decisiones-.

Por todo esto es imprescindible seguir unas recomendaciones si nos vemos en la necesidad de consumir medicamentos.

Consejos sobre medicamentos y conducción

En primer lugar no nos debemos automedicar. Siempre hay que consultar al médico o farmacéutico sobre nuestra dolencia y efectos adversos que intercedan en nuestra capacidad de conducción. Así nos podrán recetar lo que mejor se adapte a nuestras necesidades. En cualquier caso, no olvides leer el prospecto antes de iniciar cualquier tratamiento.

De igual modo, hay que tomar la dosis que nos recomienda el médico, ya que está personalizada para ti. No todas las personas necesitan la misma cantidad.

Hay medicamentos que por sí solos no afectan a la conducción pero que tomados junto a otros pueden tener efectos adversos importantes. Lo mismo ocurre cuando se combinan los medicamentos con drogas y alcohol por poco que sea, ya que aumentan los efectos. Tenlo muy en cuenta y si es tu caso no conduzcas.