Anticapitalistas, Iglesias o Errejón: las diferencias de los tres proyectos para Podemos

Iñigo Errejón, secretario político de Podemos, y Pablo Iglesias, secretario general.
Iñigo Errejón, secretario político de Podemos,  y Pablo Iglesias, secretario general.
EUROPA PRESS
Iñigo Errejón, secretario político de Podemos, y Pablo Iglesias, secretario general.

Las diferentes vertientes de Podemos han lanzado este viernes sus respectivas propuestas políticas para marcar la estrategia que deberá seguir el partido morado tras la II Asamblea Ciudadana Estatal de Vistalegre.

Los dos principales dirigentes del partido, Iñigo Errejón y Pablo Iglesias, han plasmado en sus borradores de estrategia política las diferencias que desde hace meses ya vienen contraponiendo públicamente sobre el modo de afrontar la nueva etapa que arranca Podemos tras el congreso que celebrará en febrero, y que tienen que ver, principalmente, con el peso que cada uno le da al papel que debe jugar el partido en las instituciones y en la movilización social en las calles.

Mientras que Iglesias establece en su documento 'Plan 2020: ganar al PP y gobernar España' que "la construcción de movimiento popular" e impulsar la movilización social es "la única forma de avanzar" hacia ese objetivo, Errejón destaca que tomar la iniciativa "política e institucional" es la vía para adecuada para "ganar credibilidad" y tener verdaderas opciones de ganar unas elecciones.

Por su parte, el sector anticapitalista formado en torno a Miguel Urbán, eurodiputado, y Teresa Rodríguez, secretaria general de Andalucía, apuestan por la "descentralización de Podemos", tanto en su vertiente organizativa como administrativa. Además, rechazan todo tipo de parecido con el PSOE en cuanto al proyecto y a la forma de practicar la política.

También plantean "un plan de rescate ciudadano con perspectiva de género" y hacen especial hincapié en politícas para frenar la violencia machista y la desigualdad de género.

El trabajo parlamentario

Los 'errejonistas'  rechazan que Podemos se limite a "cavar trincheras" en la sociedad civil y a marcarse una agenda institucional "que huya de cualquier compromiso o entendimiento". "La victoria del cambio llegará cuando consigamos disolver los miedos en torno a nosotros", apostilla.

Así, explican que la construcción de "movimiento popular" no debe basarse sólo en "acompañar las protestas o las manifestaciones", sino debe ir más allá: "Nos referimos a un trabajo paciente y descentralizado que vaya generando una sociedad dentro de la sociedad".

Iglesias también hace en su documento referencia a la labor institucional que debe tener Podemos, pero en todo momento deja claro que esta debe guiarse por la movilización social que se genera fuera de los Parlamentos.

De hecho, asegura que la principal función de los cargos públicos del partido debe ser actuar como "activistas institucionales" y les pide huir del "tacticismo parlamentario" y el "oportunismo partidista", por los riesgos que conlleva.

Teresa Rodríguez apuesta también por la protesta social. "No sabéis hasta qué punto influyen en los diputados las movilizaciones sociales. Tiene más peso que 80 diputados si no tienes el Gobierno", ha afirmado durante la presentación de la propuesta.

Una postura defendida también por Urbán. "Con 71 diputados no se paran las políticas del tripartito de PP, PSOE y Ciudadanos. Toca salir y toca resistir para poder construir. Y no podemos esperar a unas nuevas elecciones. Hay que pararlo desde ya. Hay que empezar a hablar de desobedencia desde lo institucional para poder construir modelos alternativos".

Legislatura larga vs gobierno débil

Iglesias y Errejón difieren además en su percepción de la fortaleza del Gobierno de Mariano Rajoy. Así, mientras que el secretario general prevé una legislatura larga del PP "gracias a la entrega del PSOE" a sus necesidades, el portavoz parlamentario asegura sin embargo que el de Rajoy es un "Gobierno débil" al basar su acción legislativa en sus dos "partidos rehenes" --el PSOE y Ciudadanos-- y que por ello Podemos tiene capacidad de recuperar la iniciativa generando mayorías alternativas.

También hacen diferentes lecturas de las causas de los malos resultados -en base a sus expectativas- que obtuvieron en las elecciones del 26 de junio. "La gestión de las negociaciones de gobierno improductivamente y la percepción de inmadurez y soberbia por una parte importante de nuestro potencial electorado explican los resultados del 26J", sentencia Errejón.

Sin embargo, Iglesias cree que, aunque él mismo pudo cometer fallos de comunicación, las negociaciones no fueron la causa de la pérdida de votos, sino el desgaste que había sufrió Podemos por parte de las élites y "sus partidos".

Negociaciones con el PSOE

En este sentido, Iglesias asegura que el PSOE "jamás" asumió en serio la posibilidad de formar un gobierno con el partido morado, y lamenta que su único objetivo era que Podemos le entregara un cheque en blanco a Pedro Sánchez para gobernar con un programa pactado con Ciudadanos, o bien desgastarles en vistas a una posible repetición electoral.

Por ello, defiende la acertada decisión que, a su juicio, tomaron las bases del partido en aquel momento de rechazar una abstención de Podemos en la investidura de Sánchez.

Además, Iglesias añade que esos resultados "decepcionantes" pudieron deberse a que "tal vez" cometieron "errores en una campaña en la que", a su juicio, sonaron "menos creíbles que en otros momentos"; campaña que dirigió Errejón.

Iglesias también celebra que los inscritos aprobaran la alianza con Izquierda Unida para las elecciones generales de junio ya que el secretario general está seguro de que, sin ella, "los resultados habrían sido peores". No opinan lo mismo los 'errejonistas', quienes señalan que esos resultados muestran que "la confluencia con IU no pareció funcionar".

Los anticapitalistas muestran una postura muy clara respecto al PSOE y proponer evitar acuerdos de mínimos con el partido socialista. Critican con dureza la gestora del PSOE y la califican como "principal antagonista".

Relación con IU

De hecho, Errejón y los suyos se muestran muy claros sobre cómo creen que debe ser la relación entre Podemos e Izquierda Unida en el futuro: "Podemos tiene que mantenerse como organización autónoma e independiente". "Nuestro objetivo es más ambicioso que la unidad de la izquierda, es la unidad popular y ciudadana en la que cabe la izquierda tradicional, pero va mucho más allá", defienden.

Aunque el líder del partido morado no menciona expresamente a IU en su documento, si hace hincapié en la necesidad de explorar la construcción de un "bloque político y social, de carácter popular, capaz de anudar a los diferentes sectores sociales que quieren avances y de articular no solo un plan alternativo de gobierno, sino un nuevo proyecto de país".

"Podemos, que nace del agotamiento del bipartidismo y de sus apoyos, tiene que seguir construyendo con otros actores el espacio político del cambio en un país, además, especialmente complejo por la construcción histórica de nuestro Estado y nuestro carácter plurinacional", ahonda.

El sector anticapitalista tampoco menciona expresamente a IU, pero sí alude a perseguir "candidaturas que vayan más allá de una suma de siglas y de una unión por arriba" y "conformar un bloque social y político contra-hegemónico".

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