El príncipe Harry ha revelado que buscó ayuda profesional hace cuatro años para hacer frente a la pena de perder a su madre, la princesa Diana.
En una entrevista con el periódico británico The Telegraph, aseguró que perder a su madre a los 12 años le sumió en un "caos total" del que intentó salir "cerrando sus emociones durante 20 años". Sin embargo, y como él mismo describe, eso le llevó a tener problemas y tuvo efectos "muy graves no sólo en mi vida personal, sino también en mi trabajo".
Pero negar que tenía un problema sólo le llevó a no saber "qué estaba mal en él" y sentirse "a punto de golpear a alguien" constantemente, además de sufrir "ansiedad durante los compromisos reales", según confesó el que es quinto en la línea de sucesión al trono. Y es que estar en el foco mediático le llevó a estar "muy cerca de un colapso total en numerosas ocasiones".
"Mi manera de tratar con esto era darme cabezazos en la arena. Negarme a pensar alguna vez en mi madre porque ¿por qué habría que ayudar eso? Sólo iba a hacer que me entristeciera. No iba a traerla de vuelta", aseguró.
Así que el príncipe Harry acabó evitando que sus "emociones formaran parte de cualquier cosa" y entró a sus "20, 25, 28 años de edad", en una etapa de "pensar que la vida es grandiosa, que todo estaba bien'", continuó.
"Entonces empecé a tener algunas conversaciones y luego, de repente, todo este dolor que nunca había procesado salió a la luz. Yo estaba como, 'en realidad hay un montón de cosas aquí que tengo que tratar", reveló, además de contar que fue su hermano Guillermo, duque de Cambridge, quien le animó a buscar ayuda.
El príncipe Harry, que negó que sus problemas provinieran de sus experiencias en la guerra de Afganistán, en la que participó, aseguró que ahora siente que está bien y de que una vez que "se empieza a hablar de ello, uno se da cuenta de que en realidad eres parte de un gran club".
El joven hizo la entrevista para promocionar su organización benéfica de salud mental, Heads Together, y para animar a la gente a ser más abierta con sus sentimientos y luchas personales.
La princesa de Gales, conocida como Lady Di, murió en un accidente de tráfico en París el 31 de agosto de 1997.
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