El acuerdo alcanzado este fin de semana por el G-8, por el que se le condona la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) a los 18 países más pobres del mundo, podría ser ampliable en el futuro a otros 20. El acuerdo, alcanzado a instancias de los EE UU y el Reino Unido, supone la cancelación de 76.000 millones de dólares de deuda, lo que ha despertado el recelo de algunos ministros africanos, que dudan de que la medida sea efectiva sin el compromiso político y fiscal de los Gobiernos afectados.