Tras convertirse en el ganador de la última edición de Tu cara me suena, el joven Blas Cantó prepara su aventura en solitario alejado de Auryn. Y su arranque no podría haber sido mejor: su primer single, In your bed, ha sido todo un éxito (tres millones de reproducciones en Spotify, número 1 en venta física en España...), el segundo sencillo, Drunk & Irresponsible acaba de estrenar videoclip, y el próximo 21 de octubre dará su primer concierto en solitario en el Wizink Center de Madrid, que servirá de pistoletazo de salida a su próxima gira y disco.

¿Cómo vive el inicio de esta nueva etapa?

Está siendo una locura porque cada día me dan una noticia nueva, buenas casi todas –casi todas porque hay otras que están en pausa, pero no es que sean malas–. Estoy muy contento con las canciones que estoy escuchando, las que estoy componiendo, las que estamos produciendo. Estoy muy involucrado, como siempre, en el desarrollo del disco y toda la producción.

El último single se titula "borracho e irresponsable"...

(Risas) Son dos cosas que no me definen para nada: no bebo, no soy nada irresponsable, suelo llegar superpuntual... Siempre he tenido una vida muy organizada, muy normal, he sido muy tranquilo. Pero en la música se cuentan muchas historias y es divertido contar otras que no son las tuyas. Si tuviera que beber solo de mis propias historias, las canciones serían muy aburridas.

Y esta no lo es.

Esta era una canción divertida. Los sonidos me encantaban, me recordaba mucho a Maroon 5, que es un grupo que admiro mucho. Y hace unas semanas, veraneando en las Palmas de Gran Canaria, se me ocurrió la loca historia del vídeo, que habla sobre la irresponsabilidad de algunos en su puesto de trabajo. Es una locura, al final es para pasárselo bien.

Al final, en videoclips de este tipo también se hace trabajo de actor, ¿no?

Sí, de hecho la idea de hacer yo varios personajes fue mía. Necesitaba verme en varias facetas en ese momento. Además había salido de Tu cara me suena hacía poco y no iba a extrañar el vestirme de algo diferente a mí, porque lo llevaba haciendo durante un montón de meses. Fueron muchas horas de rodaje, pero muy divertido.

¿Se ve trabajando en cine o televisión en un futuro?

He hecho cameos con Auryn, hemos estado en alguna serie, pero no soy un gran actor. Y en la vida real tampoco, todo se me nota: cuando estoy enfadado, cuando estoy feliz, cuando estoy emocionado... Y es difícil para mí actuar. Hay actores maravillosos y de momento mi carrera es cantante, que es la que llevo haciendo desde que soy pequeñito.

El primer single ha sido un éxito, ¿está feliz?

In your bed me ha dado muchas alegrías. Era mi primera canción solo y no puedes evitar tener un montón de miedo. No sabes lo que va a pasar, si va a funcionar, porque sigues cantando en inglés. Te planteas muchas cosas y te tienta hacer otras, pero al final lo haces y ves la reacción de la gente... y fue muy buena. Entonces me hace tener seguridad en mí mismo, en que lo que estoy haciendo de momento está bien y me anima a seguir explorándome.

¿Qué viene después?

Voy a cantar próximamente en español. No es algo estratégico, es algo que necesito, porque al final soy español y la mayor parte del día hablo en español, y sueño en español. A veces en francés.

¿Sueña en francés?

Sí. Sé francés, inglés y español. En inglés casi nunca he soñado pero en francés sí. No sé, dicen que cuando manejas bastante bien un idioma y lo vas mejorando, los sueños muchas veces aparecen en ese idioma. Así que supongo que es una buena señal.

¿No es un poco arriesgado ser español e intentar triunfar en España cantando en inglés?

Sí, es más difícil. Es difícil que aquí apuesten por ti cantando en inglés. No solo la radio. La discográfica es más difícil que apueste por ti si cantas en inglés. Para ellos es más fácil cantar en español porque tienen Latinoamérica, pero exportar a Europa no es tan sencillo. Haber conseguido salir adelante cantando en ese idioma para mí es un logro. Ahora el logro sería que me funcionara en español.

¿Por qué?

Sabes que lo otro ya está funcionando pero, ¿qué pasa si lo haces en español? Estamos en la duda, en la búsqueda de repertorio, porque no puedo venir cantando "borracho e irresponsable soy". Ese tipo de letra a lo mejor la podría cantar en un desfase Mario Vaquerizo, como la de Me da igual. Ese tipo de adaptación la podría hacer él perfectamente pero en mí quedaría muy raro. Estamos buscando algo en español que se asemeje más a la cultura española, porque si no, choca.

El inglés también puede ayudar a saltar a otros países. Soraya Arnelas, por ejemplo, ha logrado bastante éxito en Europa.

Sí, poco a poco. Eurovisión también ayudó mucho a que eso sucediera. De hecho, me contaron el otro día que Pastora Soler hace conciertos en Croacia y los llena. Y dices "guau, es increíble", y además con esa voz que tiene puede llenar lo que ella quiera. Es un poco raro todo, porque si aquí no disparas muy alto en tu idioma, luego no lo haces fuera. Al final te das cuenta de que lo principal es mantenerse fiel a uno mismo y hacer lo que quieres. Al final todo es un negocio, es un comercio en el que, si tú dejas de ser tú, te conviertes en algo nulo, solamente eres una madera que va y viene.

¿Iría a Eurovisión?

Bueno, depende de las condiciones. Con preselección no (risas). No, porque lo paso muy mal en los concursos. Imagínate volver a esa tensión. No, no, no. Me muero. Iría con una buena canción. No soy partidario de las canciones para Eurovisión, de diseñar un proyecto para Eurovisión. Creo que el que vaya tiene que ir fiel a sí mismo y a lo que él hace.

¿A qué se refiere exactamente?

Si Manel Navarro, por ejemplo, estaba haciendo un show, y es maravilloso él con la guitarra y cómo cantaba, y con la tranquilidad de saber que es cantautor, porque lo es, esa parafernalia le sobraba. Es mi punto de vista. Seguramente luego veas ese pedazo de escenario y pantallas e iluminación y quieras explotarlo todo y hacerlo todo, pero es que a veces lo poco gusta mucho, y si lo saturas, no.

Ha dicho que lo pasa mal en los concursos. En Tu cara me suena se le veía muy bien.

Bueno, bueno. A veces digo "ay, hoy estoy mal de la voz". Y por las mañanas es peor. Yo siempre digo que soy cantante a partir de las 8 de la tarde, porque antes me cuesta un montón. Pues imagínate tres días a la semana durante seis meses y todos los días de ensayo en casa. Para mí era un sufrimiento. Eso no se veía, pero yo lo sentía así, lo pasaba muy mal, sobre todo porque estaba en un concurso.

¿Le cuesta relativizarlo?

Sé que a veces hay que cambiar la mentalidad y decir "no debería pensar que estoy en un concurso, porque estoy haciendo cosas que me gustan, pasándomelo bien, explorando mi voz, mis capacidades", pero realmente no deja de serlo y la presión de hacerlo bien es muy grande. Yo no me podía permitir hacerlo mal en ningún momento, y ese perfeccionismo a veces me lleva al estrés, tanto estrés que hubo galas en las que antes de cantar yo estaba tumbado con los pies arriba... Una vez me dieron Nolotil en unos frasquitos, que estaba horrible. O vienen los médicos... Te crea ansiedad ese estado de no parar.

¿Qué ha sacado bueno de esa experiencia televisiva?

Prácticamente todo. También amistades. Las más fuertes con Beatriz, Canco y Yolanda. A Bea la veo día sí y día también. Estoy seguro de que esa amistad va a ser para toda la vida.

Usa bastante las redes, ¿son ya parte del trabajo?

Sí, se convierten en una parte de la profesión.

¿Y le gustan?

No mucho. Me gusta compartir cuando yo quiero, que creo que al final una red social tiene que ser eso, ¿no? Que cada uno lo haga cuando necesita compartir cosas con el mundo, no porque tienes que compartirlas. No es que no me guste, no me malinterpretes, pero tiene cosas que no me gustan. Por un lado estamos a la orden del día, informados de todo, pero por otro hay muchas cosas falsas. Corren muy rápido las redes sociales, eso asusta un montón. Y a veces te exponen mucho.

En parte por esa exposición, la canción In your bed generó muchos comentarios sobre su sexualidad, ¿entiende que siempre salga ese tema a colación?

Sí, lo entiendo. Entiendo esa curiosidad de la gente, porque al final nos pasa a todos. ¿Este será o no será?, ¿qué le gustará? Pero al final hay que respetar esa parcelita de la gente, porque es lo único que te queda.

Parece que lo lleva bien.

Cada programa tiene su modo de operar y de hacer tele, y sabes dónde vas. Yo si voy a un tipo de programa de corazón o que están de cachondeo, como Sálvame, sé qué me puedo esperar cualquier cosa. Lo importante es cómo salir. Si te metes en la mierda, y yo me metí un poco... (risas). Lo que pasa es que a veces te cansas un poco de cuchicheos y al final dices, pues mira, voy a abrir la duda, y lo voy a dejar ahí y que cada uno saque sus propias conclusiones. Seguramente si dices que eres heterosexual te dicen que es mentira y si dices que eres gay, también, o que lo haces porque quieres que hablen de ti. Entonces, al final, ¿qué hay que hacer? Pues dejo la puerta y que cada uno piense lo que quiera y así me evito eso conflicto.

También es cierto que usted va provocando. En el segundo single vuelve a hablar de asuntos de cama.

Sí, cuando escuché la canción pensé "¿queeeé?, ¿otra ve en la cama?". Fue tentador cambiar esa parte, pero luego dije "¿por qué lo voy a cambiar?, la voy a considerar la segunda parte de In your bed". O sea, esto es lo que realmente pasó en la cama (risas).

¿Añora algo de su etapa en Auryn?

Echo de menos muchas cosas, otras no. Echo de menos cuando nos juntábamos en los viajes, que es algo que ahora se hace muy solitario, o en los hoteles. Supongo que la presión la podías repartir. Pero estar solo también tiene cosas buenas. Aunque nunca estoy solo, porque siempre estoy acompañado de gente, amigos, familia...

¿Mantiene el contacto con sus excompañeros?

Sí, con todos. Y quedamos, y nos vemos y nos vamos a cenar... Estoy contento con la relación que saco de un matrimonio de siete años. Hay matrimonios que duran menos (risas).

Yendo más atrás, ¿cómo recuerda la época de Eurojunior, Veo Veo, Teresa Rabal...?

La vi el otro día en la televisión y yo sabía que ella estaba pasando un cáncer pero no la había visto. Me sorprende ver cómo pasan los años. Recuerdo todo lo que viví allí en esa época y ahora la veo más mayor... Es extraño. Aquella etapa fue increíble. Muchas veces me preguntan –y no quiero sonar prepotente en absoluto– "¿y qué se siente saltar a la fama o que te conozcan por la calle?". Y a veces lo pienso y la verdad es que a mayor o menor escala siempre he sido más o menos conocido, nunca he tenido la sensación de anonimato absoluto, desde chiquitito, que ya cantaba. Tenía 3 años y ya estaba cantando.

¿Diría que fueron sus mejores años?

Siempre decía que el año 2002 es el mejor año de mi vida, porque fui a los premios Veo Veo, representé a España allí. Luego vino Eurojunior en 2004, pero recuerdo el 2002 como uno de los mejores años de mi vida. A veces se cuestiona mucho el business entre los niños, si están ahí por que quieren o no. Yo creo que es importante que el niño que lo esté haciendo quiera estar ahí, porque hay niños que van a jugar al fútbol, o van a pintar o van a bailar y están expuestos a las mismas posible presiones.

¿A usted le gustaba estar ahí?

Sí, yo quería. Hay presión en todos los circuitos. Yo creo que el problema la mayor parte de las veces son los padres. Yo lo pasaba muy bien, y mi madre me ayudó, me apoyó y estuvo conmigo en los buenos y en los malos momentos, pero no me presionaba ni me hacía sentirme obligado.

Su infancia la pasó en Murcia, reivindique su región, que siempre es blanco de chistes.

Por lo menos se acuerdan de nosotros (risas). Yo me considero murciano cien por cien. Además soy de un pueblo muy chiquitito de Murcia.

¿Le produce nostalgia pensar en su tierra?

Sí la extraño, y me llama la atención los niños que no saben lo que es una bici, que no saben lo que es el monte, que no saben lo que es un animal... Saben lo que es un parque de atracciones, un centro comercial, una máquina... Pero yo he vivido estar con la bicicleta por todo el pueblo, jugar por todo el pueblo, irme a la huerta, al campo... Y yo creo que eso es importante.

¿Le gustaría poder vivir en un pueblo en un futuro?

Sí, de hecho no vivo en el centro de Madrid, vivo un poco más apartado. No me he querido ir más lejos porque se me hace más inviable pero, por mí, me iría a vivir al campo. Me he criado en casas grandes, rodeado de animales... Mi vida siempre ha sido muy rural. Y luego llegas aquí y te haces como eres de ciudad, ¿no? Pero no, soy muy de pueblo (risas).